El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, afirmó ayer en la clausura del IV Congreso Nacional y I Congreso Ibérico de Agroingeniería que el Gobierno regional «mantiene el objetivo prioritario de garantizar agua en cantidad y calidad suficientes a todos los ciudadanos, protegiendo además la riqueza de los ecosistemas acuáticos de nuestro territorio».

Según resaltó, se está aplicando una política de responsabilidad en la gestión, que implica «el aprovechamiento de los recursos hídricos para propiciar el desarrollo y sentar las bases del crecimiento con criterios sostenibles». Sánchez Pingarrón recordó que en Castilla-La Mancha se ha fomentado la utilización de sistemas eficientes de riego, que alcanza el 90% de los regadíos de la Región.

El vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo regional, Fernando Lamata, reiteró ayer el deseo del Gobierno autonómico de que Castilla-La Mancha “cuente con el mejor Estatuto y que se apruebe lo antes posible”, ya que el proyecto ratificado por unanimidad en las Cortes autonómicas es necesario para defender nuestros intereses y seguir avanzando en las políticas de progreso.

Durante la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, Lamata explicó que el Ejecutivo autonómico “ha liderado en la persona de su presidente, José María Barreda, la elaboración del proyecto de Estatuto de Autonomía. Barreda ha conseguido que sea un proyecto apoyado por los dos grupos políticos presentes en la Cámara y ese proyecto ha sido remitido a las Cortes españolas, a las que compete ahora su debate y aprobación, en su caso, como Ley orgánica”.

En este sentido, indicó que ayer se produjo un debate en la Mesa de Portavoces, órgano que analiza el calendario de las Cortes españolas de aquí a final de legislatura, y donde se valoraron las posibilidades de debate, toma en consideración y de la posterior tramitación del Estatuto de Castilla-La Mancha. “Pedimos al Parlamento que trate nuestro proyecto con el respeto institucional que merece y que lo tramite con la mayor diligencia posible”, señaló Lamata.

El vicepresidente primero garantizó que el proyecto presentado “es muy bueno para la región, para defender nuestros intereses y seguir avanzando en las políticas de progreso, que se basan en el desarrollo económico, social, de infraestructuras y de gestión del agua. Es un Estatuto ambicioso, que refleja la madurez de nuestro desarrollo autonómico y que beneficiará, sin duda, a Castilla-La Mancha”, apostilló.

Año hidrológico

El vicepresidente primero y portavoz también realizó un balance del año hidrológico que está a punto de concluir y afirmó que los pantanos de cabecera del Tajo siguen estando en situación crítica, con unos 350 hectómetros cúbicos cuando la media de los cinco años anteriores a este periodo de sequía era de entre 550 y 600 hectómetros cúbicos por estas fechas.

Así, hizo una llamada de atención al Gobierno y a los responsables de la gestión del Trasvase Tajo-Segura para reclamar que, ante la situación “crítica” por la que atraviesan los embalses de cabecera, no se destine agua para regadío cuando se pueden poner en peligro usos prioritarios como el abastecimiento humano o el respeto al medio ambiente a un río “moribundo”.

Lamata señaló que este momento de situación crítica debe servir también para replantear a fondo el trasvase y que se entienda, “donde deba entenderse”, que esta infraestructura ya no tiene sentido y que no se puede seguir llevando agua para regar y para el desarrollo industrial y turístico de Levante como ha ocurrido hasta ahora.

En este sentido, también consideró “importante” que el Partido Popular aclare su posición en este asunto, ya que últimamente se están escuchando declaraciones desde Valencia y Murcia en el sentido de que el líder del PP, Mariano Rajoy sigue defendiendo a toda costa el trasvase y “lo que nos gustaría escuchar es otra reflexión distinta, que ese trasvase, si tuvo alguna vez utilidad, la ha dejado de tener. Nos gustaría que el PP asumiera de una vez esta conclusión”

Aceca

Por otra parte, Fernando Lamata subrayó la apuesta firme del Gobierno de Castilla-La Mancha por el desarrollo industrial de la región, pero siempre de manera que sea compatible con el respeto al medio ambiente, al referirse a la sanción impuesta a dos empresas eléctricas por un vertido de fuel de la central térmica de Aceca, en Toledo, al río Tajo.

Lamata recordó que este suceso se produjo el 1 de agosto de 2000 y señaló que la acción administrativa estuvo paralizada durante el procedimiento judicial que se realizó. La multa impuesta es la correspondiente a una sanción muy grave por infracción a la legislación sobre seguridad industrial.

Reconocimientos

Por otro lado, el vicepresidente primero y portavoz regional anunció la aprobación de un Decreto por el que se otorga la Medalla al Mérito Turístico de Castilla-La Mancha a Carlos Falcó y Fernández de Córdova, por impulsar el turismo enológico y gastronómico de la región.

Asimismo, se aprobó un Decreto por el que se otorga la Placa al Mérito Turístico de Castilla-La Mancha a Luis Alba González, por su esforzada labor y entrega personal como guía turístico, poniendo en valor a la ciudad de Toledo.

Cristina Narbona tenía bien claro lo que ayer quería decir durante su visita a Paterna. Se limitó a transmitir dos mensajes en clara clave electoral. Por un lado, aseguró que es “mentira” que el Gobierno no haya traído agua a la Comunitat y, por otro, negó que la aportación de agua desde la cuenca del Ebro a Cantabria sea un trasvase.

La ministra de Medio Ambiente fue contundente. “Cuando el PP no tiene argumentos, habla de ETA y de la falta de agua en la Comunitat Valenciana”, resaltó. Narbona aprovechó su presencia ayer por la tarde en unas jornadas organizadas por UGT para lanzar una dura crítica a los dirigentes populares.

“Miente quien diga que el Gobierno no ha traído agua a la Comunitat”, afirmó, tras recordar que sin necesidad de ningún trasvase la cantidad de agua aportada a esta autonomía durante los últimos tres años ha sido de 330 hectómetros cúbicos con la modernización de regadíos y el mayor aprovechamiento de las aguas terrestres y subterráneas.

El Ebro y Cantabria
La ministra también se refirió a la puesta en marcha de una aportación de agua del Ebro a Cantabria, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS. Para Narbona “no se trata de un trasvase” sino de un “bitrasvase”, ya que el agua que se toma en verano se devuelve en invierno sin que, en su opinión se afecte al caudal del río.

No explicó por qué el PSOE rechazó en el Congreso de los Diputados esta propuesta del Gobierno del PP en el año 2001, sino que la ministra pasó a la ofensiva y resaltó la poca memoria “del PP, pues fueron los responsables de este partido quienes incorporaron esta obra al Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2001”.

Cristina Narbona señaló que los socialistas se opusieron a esta medida “porque se encontraba dentro del Plan Hidrológico Nacional y el PSOE tenía una alternativa diferente”.

La ministra dijo no comprender “cómo se escandaliza el PP o pretende engañar con algo que no es un trasvase, una obra que estuvo decidida en época del PP y que no se parece en nada al trasvase del Ebro. ¿O es que la Comunitat Valenciana pensaba devolver el agua que tomase del Ebro?”.

La titular de Medio Ambiente acusó a los responsables populares de “mentir” cuando aseguran que están siendo maltratados por el Gobierno español, pues insistió en que “nunca antes se había invertido tanto en agua, en garantizar el abastecimiento a las ciudades”. Toda la política en materia de agua del Gobierno español, afirmó, “cuenta con el apoyo de la UE”, aseguró la ministra, quien añadió que es “mentira que se diga que no se ha traído ni una gota de agua”.

El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, por su parte, afirmó ayer que todavía no ha escuchado al presidente del PP, Mariano Rajoy, “decir públicamente que defiende el trasvase del Ebro que defiende el señor Camps”, porque “sabe que en Aragón y en Cataluña el PP está en contra”.

A juicio del dirigente socialista, “el presidente de Cantabria ha contestado bastante bien” a la críticas del PP al trasvase del Ebro a Cantabria, ya que las manifestaciones hechas por el secretario general, Ricardo Costa, “en el fondo son bastante analfabetas”.

Narbona, por otro lado, aseguró que si la Unión Europea decidía apoyar su propuesta de crear un centro contra la desertificación en Barcelona también se beneficiaría el que se encuentra en Albal y los que se localizan en otros puntos de España.

Cuando estuvo al frente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente en el Gobierno de Felipe González, Cristina Narbona fue una de las impulsoras del trasvase del Ebro aprobado en 1993 que triplicaba en volumen de agua el diseñado por el PP. Pero desde que pasó a la oposición se ha mostrado contraria a este tipo de medidas.

Catorce años después sigue con los cambios de opinión. En 2001, se opuso en el Congreso al trasvase del Ebro a Cantabria propuesto por el Gobierno de Aznar. También votaron en contra José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y la vicepresidenta del gobierno cántabro Lola Gorostaga. Así lo dejó ayer bien claro el presidente del PP cántabro Ignacio Diego.

Ahora, en cambio, Narbona ha sido la impulsora de este proyecto que se puso en marcha la pasada semana, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS en su edición del domingo. En declaraciones a Onda Cero, la ministra se justificó negando que la actuación sea “un trasvase”. La titular de Medio Ambiente dijo que se trata de un trasvase, “ya que se utiliza agua de la cuenca del Ebro en Santander, pero este agua vuelve desde los ríos de la cuenca del norte. No hay alteración en el caudal global del Ebro”.

Aclaraciones
El presidente Francisco Camps telefoneó ayer al presidente del PP de Cantabria, Ignacio Diego, para aclararle que ni el Consell ni el PP valenciano se oponen al trasvase Ebro-Besaya, sino que sólo piden solidaridad e igualdad de trato para la Comunitat.

Diego señaló que las declaraciones del secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, han sido “tergiversadas”, porque sólo pedía que no se negara a Valencia el agua del Ebro; aunque también reconoció que tenía que hacerle un reproche a Costa: que atribuyera al Gobierno de Zapatero una obra impulsada por el PP .

Diego explicó que Camps y Costa le han trasladado que en el PPCV no “existe ánimo alguno” de entablar una polémica ni de perjudicar sus intereses, sino sólo de reivindicar “igualdad de derechos”.

El trasvase es una infraestructura que permitirá a Cantabria abastecerse en verano del pantano del Ebro, a condición de que durante el invierno reponga el agua utilizada bombeando los excedentes de los ríos Besaya y Pas, que carecen de presas que regulen su caudal.

Ricardo Costa volvió ayer a exigir al Gobierno central que explique “con luz y taquígrafos por qué el Plan Hidrológico Nacional (PHN) sólo sirve para las autonomías gobernadas por los socialistas”. Costa explicó que las críticas de su partido sobre este asunto se refieren a que el “único criterio del PSOE para mantener o derogar un trasvase sea el de quién gobierna en el territorio receptor”.

Asimismo, el secretario general de los populares valencianos recordó que la filosofía del PP es la de “agua para todos; para Cantabria, para Aragón, para Cataluña, para todos, incluyendo, cosa que Zapatero y Narbona no hacen, a la Comunitat”.

Costa se mostró “encantado de que Cantabria vea culminadas infraestructuras porque el agua ha de llegar donde se necesita” y matizó que en la Comunitat “no sabemos muy bien qué se siente, ya que lo único que tenemos es la derogación de un trasvase, el cambio de trazado de otro, la reducción de los caudales del tercero y un Plan Agua fantasma del que sólo se han llevado a cabo 3 de las 54 actuaciones”.

En esta línea, el conseller de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, criticó que la Comunitat “es la más perjudicada por la política hídrica de Zapatero, porque no sólo no ha recibido ni una gota del Ebro, sino que además tampoco ha recibido en estos cuatro años el agua que anunciaba el Programa Agua”.

El portavoz adjunto del PSPV en Les Corts, Angel Luna, manifestó ayer que pretender comparar el bitrasvase de aguas del Ebro a Cantabria “con el trasvase del Ebro “ que los populares “están reclamando para la Comunitat” es “una broma”.

Una semana más, las dos cuencas hidrográficas peninsulares cuyas reservas se encuentran en la situación más precaria siguen siendo la del Segura (está al 15,8 por ciento) y la del Júcar (al 16,9), tras sufrir un nuevo descenso durante los últimos días, según consta en el Boletín Hidrológico del Ministerio de Medio Ambiente.

En concreto, y según esos mismo datos, el Segura tiene almacenados una reserva de 178 hectómetros cúbicos de una capacidad total máxima de 1.129. Por su parte, el Júcar cuenta con 565 hectómetros de un total de 3.346.

Aún así, y aunque tanto Júcar como Segura siguen siendo los dos ‘farolillos rojos’ de las cuencas hidrográficas peninsulares, lo cierto es que su situación ha mejorado considerablemente respecto a este mismo período de 2006.

Así, hace justo un año, la cuenca del Segura tenía 129 hectómetros cúbicos, mientras que la del Júcar tenía 422. Ambos datos resultan especialmente significativos, si se tiene en cuenta que el año hidrológico 2006-2007 se encuentra ya en la recta final.

Si nos fijamos en la media histórica de los últimos diez años, ambas cuencas si están por debajo de dicho promedio, ya que el Júcar tiene 786 hectómetros y el Segura tiene 189.

En cuanto a la pluviometría registrada, en el Júcar se han registrado 0,3 milímetros, un 4,8% de la lluvia media, mientras que el Segura ha roto su tendencia y ha registrado una pluviometría de 4,0 milímetros, un 142,7% sobre la media de este mismo período del año.

En cuanto a la reserva de agua peninsular, señalar que ésta ha bajado durante los últimos días 593 hectómetros cúbicos (1,1%) y los embalses se encuentran al 48,9% de su capacidad total.

Según los datos hechos públicos por el Ministerio de Medio Ambiente, los embalses acumulan 26.491 hectómetros, aunque esa cantidad es muy superior a la del pasado año en las mismas fechas, cuando los embalses estaban al 40,6 por ciento de su capacidad, y similar a la media de los últimos cinco años (del 49,6 por ciento).

El agua fue la gran protagonista del I Congreso Ibérico de Agroingeniería, inaugurado ayer en el paraninfo del Campus Universitario, con la participación de 250 científicos de España, Portugal, Brasil, Costa Rica, Chile y Venezuela.

No sólo estuvo presente en las intervenciones de la sesión inaugural, sino que además fue la gran protagonista de la conferencia inaugural, titulada La incorporación de las nuevas tecnologías a la gestión y el manejo del agua en la agricultura, a cargo del profesor Luis Santos Pereira, de la Universidad Técnica de Lisboa.

La intervención del profesor Santos Pereira ofreció a los numerosos especialistas presentes una visión de conjunto sobre las principales técnicas y tecnologías que se usan para gestionar los recursos hídricos para diversos cultivos, sean herbáceos, leñosos o zonas verdes urbanas.

Así, dio a conocer los últimos modelos teóricos, basados en complejos cálculos matemáticos. Pero, al mismo tiempo, recordó a los presentes que «la tecnología siempre debe basarse en la observación», esto es, que las fórmulas siempre deben contrastarse con las observaciones y datos tomados de la realidad.

En este sentido, Santos habló de dos programas de la Universidad Regional, desarrollados en el propio campus de Albacete. El primero, el de SIG y Teledetección, que usa satélites para controlar cultivos a gran escala en tiempo real. El segundo, el Mopeco.

AGUA Y DINERO. Este programa, creado por el equipo del propio José María Tarjuelo, presidente del Congreso de Agroingeniería y director del Centro Regional de Estudios del Agua (Crea), estudia un asunto tan delicado como la relación entre agua y dinero, esto es, la rentabilidad potencial de un determinado cultivo en función del precio del agua.

El Mopeco o Modelo de Optimización Económica del Uso del Agua sirve para ayudar al agricultor a decidir qué cultivar en función de diferentes variables económicas, aunque concediendo especial importancia al factor precio del agua.

En este sentido, Santos se mostró terminante al señalar que el futuro de la agricultura pasa por la incorporación intensiva de nuevas tecnologías «de precisión» que aumenten el margen de rentabilidad de las explotaciones. En sus palabras, que en un futuro no muy lejano «regar con sistemas baratos es algo que va a salir muy caro».

La banda de 31 rumanos, de entre 17 y 49 años de edad, que robaba cable de cobre en explotaciones agrícolas de la comarca de La Mancha, traficó también con droga, que trasladaba desde Marruecos a España, informó ayer en Ciudad Real el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano. La banda optó por el narcotráfico ante la presión y vigilancia policial, que le impedían efectuar sus robos como lo habían hecho antes, explicó Díaz-Cano en una rueda de prensa en la que ofreció detalles de la operación, llevada a cabo por la Policía y la Guardia Civil la semana pasada. También pudo operar en la provincia de Albacete

El consejero de Medio Ambiente del Gobierno cántabro, Francisco Martín, calificó hoy de «desfachatez intolerable» las declaraciones del secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, criticando el bitrasvase Ebro-Besaya y la ayuda aportada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y negó que se trate de una muestra de «insolidaridad hídrica», entre otras cosas, porque el bitrasvase lo que hace es tomar en verano el agua que previamente se depositará en el embalse del Ebro durante el invierno.

En un comunicado, el consejero recalcó que solamente desde la «desfachatez o el absoluto desconocimiento» puede calificarse la política hídrica cántabra de insolidaria. «Podemos entender que en la estrategia del ‘todo vale’ se intente atacar a la política del Gobierno de Madrid con cuestiones más o menos demagógicas, pero debería ponerse mucho cuidado en evitar este tipo de afrentas regionales», insistió.

Según Martín «el PP debería respetar y valorar la solidaridad de los cántabros con la cuenca del Ebro, solidaridad que permite aportar anualmente más de 400 hectómetros cúbicos de los ríos de Campoo acogiendo en territorio campurriano una gran parte de uno de los mayores embalses de España (540 hectómetros cúbicos), útil hace más de setenta años para garantizar el agua en la margen izquierda del Ebro».

Martín, que «haciendo un ejercicio de buena fe» dice que podría pensar que las críticas ‘populares’ «surgen del desconocimiento», aclaró que el bitrasvase «no va a tomar ni una sola gota de agua del Ebro».

«Quizá al señor Costa no le han informado de que el bitrasvase es reversible, y las cuencas del Norte emplearán solamente el embalse (que no se llena todos los años) como recipiente de ahorro del agua, ya que en invierno se depositará en él parte de las aguas del Besaya, y en verano, si fuera preciso, se revertirá hacia la costa una cantidad similar, que de no ser idéntica deberá equilibrarse cada cuatro años, lo que significa que no supone detrimento alguno para la cuenca del Ebro», sentenció.

«Una vez aclarado este extremo espero que los responsables de estas declaraciones recapaciten y aclaren sus palabras que afectan muy directamente al amor propio de buena parte de cántabros, sobre todo de los campurrianos», agregó Martín, quien además subrayó su interés por conocer la opinión al respecto del PP cántabro.

Por último, el consejero cántabro subrayó su apoyo a la política hídrica del Gobierno de España «que ha marcado un antes y un después en la gestión solidaria del agua entre todos los españoles, y sin cuya ayuda hubiera sido imposible solucionar problemas endémicos del país con una visión moderna y sostenible».

Una semana después de que el Ministerio de Medio Ambiente anunciara la retirada de la Ley de Aguas, el proyecto estrella de este departamento que pretendía dar una solución integral al uso de estos recursos, Cristina Narbona ha puesto como modelo la política hídrica del Gobierno para acabar con el proceso de desertificación que sufre un tercio de España y numerosos países del sur del planeta.

Cristina Narbona defendió ayer, pese a ello, que las líneas básicas de la política hídrica que ha puesto en marcha el Gobierno desde 2004 deben ser el eje básico para enfrentarse al riesgo de desertificación que sufre España.

Esta situación amenaza ya al 93% de la superficie de la Comunitat. Valencia se sitúa sólo por detrás de Murcia, donde el 99% del territorio se encuentra en un riesgo alto o muy alto, y por encima de Canarias donde el peligro se extiende por el 90,4% de las islas.

La ministra de Medio Ambiente aseguró ayer en el acto de inauguración de la VIII Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de la Lucha contra la Desertificación, al que asistieron los Príncipes de Asturias, que la política de su departamento contra esta situación se ha basado en promover una mejor gestión de los recursos hídricos y consideró que estas medidas son esenciales para hacer frente a este fenómeno.

Las causas
Cristina Narbona insistió, de esta forma, en lo que considera el punto central de su política hídrica: un mayor control de la calidad y el gasto del agua para que se use “con más responsabilidad y eficacia”, con nuevas políticas agrícolas y prácticas para proteger la biodiversidad natural.

La titular de Medio Ambiente ya se había referido en varias ocasiones a actuaciones de este tipo. Había defendido la necesidad de incrementar el precio del agua como forma de concienciación del ciudadano, la racionalización del riego de los cultivos o la puesta en marcha de medidas que permitan ahorrar el consumo de agua por parte de los consumidores.

Es más, para la ministra de Medio Ambiente las causas de la desertificación son claras y evidentes y residente, en última instancia, en la acción antrópica. Narbona aprovechó de nuevo para atribuir también este proceso al desarrollo urbanístico, en una referencia implícito al crecimiento de la costa mediterránea gracias al turismo.

Narbona consideró que las actividades humanas como la agricultura, la urbanización, la deforestación o la contaminación ambiental son la causas de este problema que se “agrava” por los incendios. La ministra reiteró que todos estos factores aumentan las dimensiones del calentamiento global y con ello se agrava el proceso de desertificación que sufre parte del planeta.

La titular de Medio Ambiente española confesó que espera que esta reunión marque “un antes y un después” contra este efecto y que estos debates “aceleren” la consecución de resultados, pasar “del conocimiento satisfactorio a la acción” con políticas internacionales.

La ministra confirmó que en la reunión informal que mantuvo este fin de semana en Lisboa con diversos ministros de la UE, propuso convertir el centro temático de recursos del suelo de Barcelona en el Centro Europeo para la Desertificación y la Sequía, una de las iniciativas con las que Narbona busca “implicar a la UE” en este combate. “No podemos permitir que el siglo XXI se convierta en el siglo de la desertificación y la responsabilidad es de cada uno”, sentenció.

Cristina Narbona no se olvidó de argumentar que entre 2004 y 2007, años en los que ha estado al frente del Ministerio de Medio Ambiente, se han invertido 3.000 millones de euros en acciones para paliar este problema, especialmente a través de los planes de sequía.

Programa Agua
El Ministerio de Medio Ambiente, de hecho, recoge en el III Informe sobre el Programa Nacional contra la Desertificación de 2006 una serie de medidas para lucha contra esta situación.

Entre ellas, hace especial mención al Programa Agua que “materializa la reorientación” de la política hídrica con medidas concretas para paliar la falta de estos recursos. En opinión del Ministerio, con este plan se mejora la gestión y reutilización del agua, especialmente en el litoral mediterráneo.

Pero tres años después de la aprobación del Programa de Agua, las actuaciones en la Comunitat Valenciana han sido muy escasas y siempre rodeadas por la polémica. Y mientras el proceso de desertificación se sigue extendiendo.