El presidente del Sindicato Central de Regantes dice que «es inviable que el campo dependa de decisiones mensuales o trimestrales»
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“Nosotros convocamos las manifestaciones y los partidos se apuntan o no” |
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“Dicen que hay un segundo‘Programa Agua’: que lo destapen” |
Si no se hubiera enviado agua del Tajo a las Tablas de Daimiel, ¿habría venido a Murcia?
Esa posibilidad existía. Otras veces que no se podía enviar agua a las Tablas, porque el río en el que llega estaba seco, nos hemos aprovechado de esos diez hectómetros cúbicos que iban quedando. Somos solidarios con las Tablas, pero es que se han recuperado: estaban en 15 hectáreas y, con las últimas lluvias, han pasado a 80. Además sabemos que allí hay una cantidad de pozos ilegales de los que se hacen extracciones. Somos solidarios, pero el trasvase Tajo-Segura tiene sus leyes desde el año 71, y las Tablas de Daimiel desde el 95. Tenemos un dictamen de un abogado muy prestigioso que dice que si en una sequía hubiera que tomar medidas para las Tablas de Daimiel habría que indemnizar a los regadíos del Segura. La petición de algún diputado a la Comisión del Congreso de Medio Ambiente de enviar agua a las Tablas de Daimiel ha sido desafortunada, porque no le hubiera costado nada añadir un rengloncito diciendo que nuestras condiciones también son extremas. Con eso se hubiera demostrado buena voluntad.
Parece que se refiere a Zaplana. ¿Sienten una pérdida de apoyo del PP nacional?
Siempre nos están diciendo que apoyan a los regantes en todo, y hasta ahora ha sido verdad. Pero hay una contradicción con el PP de Castilla-La Mancha. Está bien que cada región defienda sus intereses, pero a nivel nacional tanto Gobierno como oposición deberían llegar a un consenso. El Gobierno debe ponerse serio, ponernos serios a todos y ejercer su autoridad.
¿Hay ahora más enfrentamientos territoriales que políticos en el debate del agua?
Exacto, sí. El Estado de las autonomías, que creemos que es una gran cosa, en algunos asuntos está transmitiendo a la sociedad que no hay por qué dar recursos a otras comunidades. Encima aparece el estatuto manchego, que, poco menos que dice que cualquier cosa que pase por la región es suya.
¿Han perdido un cierto apoyo político?
No. El Sindicato Central de Regantes es quien toma las decisiones para defender los intereses comunes. En Castilla-La Mancha han votado todos los partidos a favor de su estatuto en las condiciones que he comentado, que es barrer todo lo que pillan. Entonces la obligación nuestra como sindicato es defender Alicante, Almería y Murcia.
A esa división territorial se suma la petición de dimisión. Vuelvo a preguntarle: ¿están perdiendo apoyo del PP nacional?
Si observa nuestra trayectoria anterior verás que hemos tenido problemas estando el PP en el Gobierno central y se pidió la dimisión de Juan Manuel Aragonés, que no daba el agua. Luego pedimos la de Narbona. El Sindicato pide dimisiones cuando se afecta a sus intereses, sean de un partido u otro. Tenemos una independencia política total.
¿Han obtenido resultados de la tregua del agua que dieron en la campaña electoral?
Se nos achaca que somos muy blandos y que el Gobierno nos toma el pelo. Aquí ha habido una gran manifestación, concentraciones, petición de dimisiones, etcétera. El Sindicato ha hecho las reivindicaciones que creía oportunas en su momento, pero se nos echa la culpa de todo. Hay otras fuerzas sociales que también podrían tirar del carro, sin embargo todo recae sobre las espaldas del Sindicato, y el Sindicato actúa cuando lo cree conveniente.
¿No se arrepienten de esa tregua?
No. En la segunda reunión con la vicepresidenta se nos pidió que dejásemos tres asuntos con influencias políticas (las concesiones, el estatuto manchego y la redotación del Segura) para una segunda reunión en julio. La opinión de algunos en el comité de crisis fue que teníamos que habernos levantado y marcharnos, pero la verdad es que todo el mundo se puso de acuerdo en no hablar de esos temas, pero sí de otros. De ese modo se ha conseguido que la tarifa eléctrica no aumente para los regantes hasta 2008, la continuación de las obras en el trasvase y postrasvase para reducir las pérdidas… Vas arañando lo que puedes. Quizá es mejor no ir a ningún lado, pero yo no lo veo así. Inmediatamente, el comité de crisis pidió la reunión urgente con la vicepresidenta para hablar de esos temas pendientes y ahora pedimos que se adelante esa reunión, y, si no, haremos una manifestación en Madrid. Hay quien dice que se le ha hecho el juego al gobierno de Castilla-La Mancha, parece ser que no, porque han bajado diputados. A cada uno le tocará lo que le toque y en los distintos momentos que le toque. Yo creo que dialogando también se consiguen cosas.
¿Es bueno que el agua centre buena parte del debate político?
No, nada. Fíjate: hace dos años, con el visto bueno del Ministerio, llegamos a un acuerdo con los regantes de Estremera para que nos cedieran derechos de agua. Con los del Ebro también habíamos llegado a un acuerdo con el trasvase. Si nos dejan a los regantes solos nos ponemos de acuerdo. Sacas el tema de ese contexto y lo metes en política y ya tenemos la lucha de un partido con el otro y se intoxica a la sociedad. No puede ser que se esté intoxicando continuamente diciendo que te están quitando el agua cuando estás cumpliendo perfectamente con lo que marca la ley. Llevamos pasados a Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid 200 millones de euros. Por ejemplo, los alcaldes de Entrepeñas y Buendía están diciendo que no tienen agua ni para beber, que no se les han hecho ni infraestructuras, cuando ese dinero tenía que haber ido a esa zona para hacer infraestructuras de abastecimiento y carreteras. Estoy en la comisión permanente de la federación nacional, y allí escuchas por ejemplo a los extremeños que dicen que ojalá tuvieran conexión con nosotros para cedernos derechos. Si nos dejaran llegar a acuerdos y llevar las conclusiones al Ministerio para que le diera forma… Si tuviéramos interconexión de cuencas haríamos más transferencias. Pero ahora está así, por lo visto el tema del agua da muchos votos.
¿Se sienten utilizados?
No. A veces dicen que nos utilizan para las manifestaciones, pero las hemos convocado nosotros y los partidos se apuntan o no. Insisto en que queremos seguir manteniendo la independencia. Los regantes quieren estabilidad y no meterse en guerras políticas
Estos años, con el apoyo del PP regional, han estado pidiendo al Gobierno un agua que, o bien no les ha llegado o consideraban escasa. ¿Continuará esta dinámica en los próximos cuatro años de legislatura?
Que el campo esté pendiente de decisiones mensuales o trimestrales para ver si puede hacer plantaciones es inviable y se está empezando ya a notar en nuestras exportaciones e industria. Que traigan agua de donde quieran. Dicen que hay un segundo Programa Agua, pues que lo destapen.
¿Tienen esperanzas de que ese segundo programa Agua les plantee soluciones?
Hay que tener perspectivas de futuro. La desalación está ahí, pero que a mí no me toquen las dotaciones del trasvase, que no van a ir, por ejemplo, a los campos de golf, con los que puede haber un desarrollo compartido. Con desalación no se resuelve el problema, su precio es muy elevado (algunas comunidades de regantes sí pueden pagarlo, no toda la agricultura es igual) y con 50 hectómetros cúbicos no me resuelven el problema. Tienen que venir aguas superficiales de donde quieran, pero el déficit estructural hay que resolverlo. También deberían dar unas directrices, permitir que se cultive sólo la mitad y dar indemnizaciones, por ejemplo. Pero que nos digan cuál es la solución de la cuenca del Segura.
¿La situación se desbloquearía dentro de un año con un eventual gobierno del PP?
El PP propuso el plan del Ebro, eso no se puede olvidar. No sé si lo incluirán en el programa de las próximas elecciones generales, supongo que mantendrán la misma política.
Pero ahora hay una división territorial interna en los temas del agua.
Cuando llegue la hora de intereses nacionales hay que defenderlos y dejarse del tema autonómico. Lo hizo Aznar y se callaron todos. Si Rajoy también dice que son intereses nacionales hay que dejarse de egoísmos autonómicos y seguir para adelante. Lo que está claro es que el Gobierno central actual está obligado a resolvernos los problemas.
¿Esta legislatura será más fácil llegar a un pacto del agua en la Asamblea regional?
Creo que sí. No tiene sentido que los regantes seamos capaces de llegar a acuerdos y que los partidos políticos no puedan. Si mi junta de gobierno tuviera una discusión tan seria, bocadillos que te crió y aquí no sale nadie hasta que no se llegue a un acuerdo. Eso es lo que deberían hacer en la Asamblea.
¿Debe limitarse de algún modo el suministro para atender la deuda de la Mancomu-nidad del Taibilla con los regantes?
A veces lo he pedido, por ejemplo de tres a cinco de la mañana, que no supone ningún altercado para nadie. Se tiene la impresión de que los regantes siempre estamos llorando y quejándonos. A nivel nacional no se acaba de concienciar lo que está pasando en la cuenca del Segura. La sociedad no vive lo que viven los regantes, hay agua cuando se abre un grifo. No quieren restricciones porque sería indirectamente apoyar a los regantes en ese déficit de agua. Dicen que se resolverá cuando estén las plantas desaladoras, pero llevamos años esperando y no ocurre.
¿Cómo es que el agua merma producciones y a la vez esas producciones mermadas tengan problemas para venderse?
Son dos cosas distintas. Sin materia prima se pierde mercado. Hay problemas porque asistimos a una globalización total. Se necesita una planificación agrícola y otra hidráulica. La falta de agua también merma la calidad. Por un lado se ha de contar con una cantidad segura de agua, y por el otro no puedes pasarte de una determinada producción o se hunden los precios.