Una parte de España tira agua porque sus embalses están saturados, mientras otra la ve pasar por sus ríos sin poder utilizarla y otras regiones están secas. Difícil solución tiene el asunto y las que tiene son caras. A ello se suma el problema de que el agua se ha convertido en un elemento de confrontación política. La situación de las comunidades más sedientas y las más aguadas es ésta.
La noticia en otros webs
ANDALUCÍA Almería exporta agua
El PP ha levantado una polémica en Andalucía por el traslado de agua de la desaladora de Carboneras (Almería) a Cataluña. Javier Arenas, líder de los populares andaluces, ha denunciado que mientras se va a sacar agua de la desierta Almería se tira el caudal del Ebro. «Es que no se le va a quitar agua a nadie», explicó ayer Enrique Cervera, portavoz del Gobierno andaluz. Lo que se va a hacer es producir más y llevar los excedentes a Cataluña, que, además, la va a pagar. Cervera añade que, ante el gravísimo problema que sufre Barcelona, sería una «grave irresponsabilidad» no echar una mano. Las reservas de los embalses están un 35% por debajo de la capacidad de almacenamiento, la tasa más baja desde 1995. Mientras, Andalucía está pendiente de recurso de inconstitucionalidad de la Junta de Extremadura contra el artículo del Estatuto de Andalucía para la gestión total de la cuenca del Guadalquivir.
VALENCIA Renace la indignación
La reivindicación desde Cataluña de un trasvase desde el río Segre para abastecer Barcelona y su área metropolitana ha dado nuevos bríos a la antigua exigencia del Gobierno valenciano de que se transfiera agua del Ebro, como establecía el Plan Hidrológico Nacional. El viernes, el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo valenciano, Vicente Rambla (PP), reprochó al Gobierno catalán: «Ahora sí quieren los trasvases. Con el agua que transcurre estos días por el Ebro, daríamos respuesta a la demanda de los valencianos, murcianos y almerienses».
El veto anunciado por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al trasvase del Segre al Llobregat, dejó sin argumentos a la Generalitat valenciana; pero ayer unas declaraciones de José Montilla, en el sentido de que Valencia quiere el agua para regar los campos de golf y para proyectos urbanísticos, provocó una airada respuesta del consejero de Urbanismo valenciano, José Ramón García Antón. «Él sabe que no se aprueba ningún campo de golf con el uso del agua de ningún trasvase».
MURCIA Pendientes de Valencia
Las reservas de agua en Murcia están en mínimos históricos y, sin la puesta en marcha de la desaladora Alicante II habrá restricciones en la cuenca del Segura. Pero esta instalación tiene un problema: la Comunidad Valenciana ha aprobado una norma que exige un riguroso informe de impacto ambiental. Por tanto, si no se obtiene un permiso preventivo antes del visto bueno definitivo al proyecto, en verano habrá cortes para la población. Mientras, el Gobierno de Murcia tiene ahora la vista puesta en el trasvase Tajo-Segura, una vez que ha visto cómo el agua del Ebro no le va a llegar. Por tanto, los roces que tenía con Aragón los tiene ahora con Castilla-La Mancha.
ARAGÓN Y otra crecida
El Ebro volvió a crecer en Zaragoza por segunda vez este mes, y superó los tres metros a las cinco de la tarde. Los aragoneses son conscientes de la engañosa imagen que se transmite de un río desbocado cuyas aguas se desperdician. Pero pese a las dos últimas crecidas del río, la comunidad aragonesa sigue en situación de sequía porque las precipitaciones se han concentrado en la parte alta sin beneficiar a los grandes sistemas de las márgenes izquierda y derecha del río. La peor situación es la del sistema de riego del Canal de Aragón y Cataluña, que soporta una sequía que dura cuatro años y que es la peor desde 1948.
El pasado mes de febrero, desde la Confederación Hidrográfica se reconocía que la falta de regulación de la cuenca era un grave problema y que la situación era de «estrés hídrico».
Ante este panorama y con voces que vuelven a reclamar el trasvase del Ebro, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, reiteró ayer mismo al presidente catalán, José Montilla, que su obligación es cumplir el Estatuto aragonés y no permitir ningún trasvase del Ebro.
EUSKADI Desembalse por exceso
En Euskadi, las fuertes precipitaciones de Semana Santa han acabado de llenar los pantanos que abastecen a las tres capitales. Por vez primera en los últimos 20 años, la presa alavesa de Urrunaga se vio obligada a desembalsar, al igual que las de Ullibarri, también en Álava, y Añarbe (Guipúzcoa). El volumen desaguado entre el miércoles y el viernes pasados suponía el consumo de 20 días de Bilbao y Vitoria. El desagüe del llamado sistema Zadorra (los dos pantanos ubicados cerca de Vitoria que abastecen a la capital alavesa y Bilbao) se ha realizado además sin las polémicas que han persistido los últimos 18 años, en los que usuarios y Administraciones de Vizcaya apostaban por llenar los embalses para asegurar el suministro, mientras las instituciones alavesas propugnaban reducir la cota en los meses más lluviosos para evitar las inundaciones que se han producido en la zona de Vitoria cuando ha habido que abrir las compuertas.
Con información de Concha Monserrat, Tono Calleja, Isabel Pedrote, Alberto Uriona y Cristina Vázquez.