La Fundación Agua y Progreso de la Comunitat Valenciana y la Universidad Jaume I de Castellón (UJI) presentarán mañana en Valencia las conclusiones del informe denominado ‘Evaluación del cambio climático y su incidencia en los recursos hídricos disponibles en la cuenca del Júcar en el horizonte de los años 2030-2050’, según informaron fuentes de la fundación en un comunicado.
El objeto del estudio, elaborado por el grupo de investigación de la Estación de Climatología Aplicada (ECA) de la UJI, es concretar la incidencia del cambio climático en la cuenca del Júcar en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático de 2006 (Pnacc), que vincula a los Gobiernos central y autonómicos, y que concede carácter prioritario a las actividades de investigación y desarrollo relacionadas con la evaluación del cambio climático y la de su impacto con los recursos hídricos.
En la presentación del informe se tratará con «carácter preferente» los efectos sobre la cuenca del Júcar, aunque también se hará referencia a la cuenca del Ebro, puesto que el estudio también recoge la regionalización efectuada por el Instituto Nacional de Meteorología, del Ministerio de Medio Ambiente.
El estudio pretende aportar «los efectos observados y analizados en las cuencas del Júcar y del Segura bajo condiciones climáticas contrastadas, sobre la intensificación del ciclo hidrológico». De este modo, dadas las «estrechas» relaciones existentes entre los elementos climáticos que intervienen en el ciclo hidrológico natural, se pudieron establecer funciones de ajuste que vinculen las escorrentías totales con las precipitaciones y temperatura, las cuales han permitido proyecciones de recursos hídricos en el horizonte 2025-2030.
El trabajo adquiere, según las mismas fuentes, una «gran trascendencia» a tenor de las consideraciones que los modelos desarrollados establecen sobre la región mediterránea. En este sentido, las bases científicas de los últimos informes del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU predicen que ésta será la región «más vulnerable» de Europa a efectos del cambio climático, debido a una «reducción de los recursos hídricos que se producirá de forma simultánea a un aumento térmico regional», indicaron.
OBSERVATORIOS PARA EL CONTROL CLIMÁTICO.
Para el desarrollo de este estudio, el equipo científico encabezado por el profesor José Quereda, catedrático de Análisis Geográfico y director del Laboratorio de Climatología de la UJI, realizó un «riguroso tratamiento estadístico de control y homogeneización de las series climáticas temporales obtenidas en el medio centenar de observatorios con más de 50 años que componen la red regional».
El estudio contó, además, con la red de diez observatorios de estaciones automáticas de meteorología que la UJI tiene excepcionalmente ubicados tanto en medio marino como en cimas alejadas de toda influencia humana, con la que ha desarrollado sus observaciones a lo largo de la última década. La investigación comportó, igualmente, el empleo de la teledetección por imaginería de satélite y de la dendrocronología por scanner en la vertiente mediterránea del Sistema Ibérico.