La Fundación para el Progreso de Albacete ha advertido a la Confederación Hidrográfica del Júcar de que o incluye la sentencia del Tribunal Supremo, que anula los trasvases de agua del Júcar al Turia y al Vinalopó, en la revisión del Plan Hidrológico de la cuenca del Júcar (que actualmente se está llevando a cabo), o recurrirá de nuevo a los juzgados.
Así se manifestó a LAS PROVINCIAS Alfonso Calero, uno de los responsables de esta entidad albaceteña que en 2004 ganó en el Tribunal Supremo su litigio contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Aquella sentencia destrozaba el plan de cuenca del Júcar de 1998: ordenaba la gestión separada de los ríos que nacen fuera de la Comunitat y mueren en territorio valenciano frente a los que su recorrido se realiza sólo dentro de las fronteras autonómicas valencianas.
Los primeros son las cuencas intercomunitarias y debe de hacerse cargo de ellos el Gobierno central. Los segundos son los ríos intracomunitarios, que debe administrar la Generalitat.
«La sentencia del Supremo se gestiona, no se ejecuta», sentenció Alfonso Calero, que participa por medio de la Universidad de Castilla-La Mancha en la confección del nuevo plan hidrológico del Júcar.
«El trasvase Júcar-Vinalopó está sin agua y el del Júcar-Turia no abastece a los regadíos, sólo se utiliza para beber. Esto tendrá que aparecer así en el nuevo plan. Y si no se especifica de ese modo volveremos a recurrir a los tribunales. El Supremo ya nos dio la razón en 2004 y se ratificó en 2005», explicó Alfonso Calero.
«Tienen que aplicar la sentencia del Supremo. De lo contrario se crearía en este país una gran inseguridad jurídica», argumentó.
El dirigente de la Fundación para el Progreso de Albacete, no obstante, se muestra confiado en que sus postulados aparecerán negro sobre blanco en el texto que salga de la CHJ. «En 2009 se van a producir acontecimientos en esa dirección: la anulación de los trasvases y la separación de las cuencas intercomunitarias de las intracomunitarias. Estamos colaborando con la CHJ», dijo Calero.
Y mientras la Fundación para el Progreso de Albacete negocia el nuevo plan del Júcar con el as en la manga de una sentencia del Supremo favorable a sus intereses y la amenaza de recurrir de nuevo a la justicia, en la Confederación Hidrográfica del Júcar dan la callada por respuesta. Nadie del organismo regulador quiere hablar al respecto.
Otra de las partes interesadas en el convenio, el Gobierno valenciano, se muestra cauto sobre la postura de los albaceteños -que aúna los intereses de la Fundación para el Progreso de Albacete, la Universidad de Castilla-La Mancha y los regantes-.
No obstante, fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente califican de «verde» el estado de las negociaciones para cerrar la revisión del plan hidrológico de la cuenca del Júcar.
El departamento que dirige el conseller José Ramón García Antón aboga por mantener unida la gestión de la cuenca, aunque es consciente de que la ley obliga a administrar por separado los ríos que discurren por al menos dos comunidades autónomas distintas de aquellos que sólo lo hacen por una región.
Una de las cuestiones que defiende el Consell es «la indivisibilidad» de los sistemas del Vinalopó y l’Alacantí, pues funcionan como tal «desde hace más de 100 años». El Gobierno quiere separarlos para que la Generalitat gestione el agua de Alicante y su comarca, mientras se reserva para sí el Vinalopó. García Antón se apoya en que Alicante bebe del trasvase Tajo-Segura.