Adaptar los cultivos a la habitual escasez de agua ha sido una de los retos a los que tradicionalmente se han enfrentado los agricultores albaceteños. Conscientes de esa necesidad el campo albaceteño ha ido tendiendo a buscar cultivos que precisen un menor consumo de agua.
En la actualidad sólo el 19,2% de la superficie cultivada de la provincia está dedicada al regadío. Así de las 806.000 hectáreas que suma la agricultura albaceteña, sólo 155.029 se encuentran en régimen de regadío, según los datos facilitados desde la Delegación Provincial de Agricultura.
Del total de hectáreas en regadío, son los cultivos herbáceos los que predomina que suman 80.509. Le siguen en importancia los leñosos con 31.960 hectáreas en regadío. Completan el mapa hídrico las tierras en barbecho y retiradas y otros tipos de cultivos herbáceos.
Esfuerzo
Pero si la adecuación de cultivos ha sido primordial, no menos importante ha sido el esfuerzo realizado por comunidades de regantes y organizaciones agrarias para mejorar y avanzar en la gestión de los recursos hídricos en Albacete.
Otra de las cuestiones esenciales ha sido la adaptación de las infraestructuras. En este sentido, el delegado de Agricultura, Manuel Miranda, destacó el gran avance que se ha producido en esta materia.Así indicó que en estos momentos la modernización de los sistemas de regadío en la provincia supera ya el 94% del total existente. En cuanto al porcentaje restante aseguró que se trata de regadíos que se encuentran en zonas de montaña en los que se siguen usando los riesgos tradicionales.
No obstante, se refirió a un caso aislado que se está produciendo en Hellín, concretamente en la Comunidad de Regantes Martínez Parras dónde una parte de sus infraestructuras de riego aún no se han adaptado. En este sentido Miranda afirmó que se está intentando sin mucho éxito que la Comunidad de Regantes lleve a cabo esta modernización. Así lamentó la falta de colaboración de la junta directiva.