E l Ministerio de Medio Ambiente justificó ayer el tercer retraso que se ha producido en el comienzo de las obras del trasvase Júcar-Vinalopó -los trabajos en el municipio valenciano de Llanera de Ranes debían haber empezado hace dos semanas- en el celo con el que los técnicos están examinando toda la documentación del nuevo trazado para evitar situaciones como la que se produjo hace un par de meses con la desalinizadora de Torrevieja. La sociedad estatal Acuamed comenzó la obras junto al parque natural de las Lagunas sin tener completo el informe de impacto ambiental, argumento en el que se basó la Conselleria de Territorio para paralizarlas.
Un portavoz autorizado de Aguas del Júcar admitió ayer que la ejecución del nuevo trazado entre Cullera y Villena acumula «cierto retraso» apuntando, además, que el estudio de las alegaciones presentadas, algunas fuera de plazo como las del Consell, es otra de las circunstancias que explican la lentitud de la ejecución de un trasvase cuyos plazos de ejecución oscilan entre los dieciocho y los veinte meses. «No queremos que pueda haber ninguna complicación administrativa y una vez se inicien las obras éstas puedan sufrir algún retraso. Se trata de un proceso complejo que lleva su tiempo», subrayó el portavoz. Al parecer, la falta de la firma de los proyectos constructivos en la sede del Ministerio en Madrid es el último trámite que queda por solucionar. En un principio, las obras del polémico proyecto debían haber comenzado el pasado febrero.
Por otro lado y en relación a la llamada a la reflexión del presidente de la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, Andrés Martínez, para volver a estudiar el traslado de la toma del agua al Azud de Antella -el caudal sirve también para consumo urbano- veinticinco kilómetros aguas arriba de Cullera, el Ministerio de Medio Ambiente rechaza contemplar la opción. El presidente de los usuarios lanzó la propuesta el pasado martes apoyado en la debacle electoral sufrida por el PSOE en las comarcas del Vinalopó, donde debe llegar el agua del Júcar. Fuentes el Ministerio reiteraron ayer que «en principio no hay ninguna posibilidad de dar marcha atrás. La decisión del cambio de trazado fue técnica, ha sido apoyada en dos ocasiones por la Unión Europea y como no fue un tema político no tiene sentido retomarlo», sentenciaron las mismas fuentes.
Aguas del Júcar celebró su último consejo de administración en Alicante el pasado 11 de mayo, reunión en el que se anunció que el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) había presentado la mejor oferta de financiación de los 35 millones de euros que faltaban por reunir para tener garantizados los fondos para construir el trasvase. En el mismo consejo, el presidente de la sociedad estatal, Juan José Moragues, anunció la incorporación como consejero de Jaurés Vidal, presidente de la Comunidad de Regantes de la Virgen de la Paz de Agost, que había solicitado 6 hm 3 del trasvase desde Cullera. Durante el consejo fueron designados los directores de obra del tramo del nuevo trazado y todo quedó listo, según apuntó la sociedad en un comunicado, para que las obras comenzaran en la semana del 14 al 20 de mayo. Dos semanas después, el Ministerio de Medio Ambiente sigue sin firmar los proyectos constructivos y se ha ralentizado también el inicio de una campaña publicitaria para informar sobre el nuevo trazado.
Por su parte, la Junta Central de Usuarios celebró hace una semana en Villena una asamblea ordinaria en la que se felicitó a Jaurés Mira por su nombramiento como consejero en Aguas del Júcar – el presidente de la Junta, Andrés Martínez, fue relevado a finales de 2005 – . Sin embargo, los miembros de la junta directiva comunicaron al presidente de la comunidad de regantes de Agost, miembro de la Junta Central, que su representación en el consejo de la sociedad estatal se limitaba a su propia persona. «Representa a sus hectáreas, le hemos dejado claro que la opiniones que vierta en el consejo de Aguas del Júcar serán las suyas, no es el interlocutor del resto de los agricultores del Vinalopó como se ha trasladado a la opinión pública desde la empresa pública», aseveraron ayer fuentes de la Junta Central.
Por otro lado, y a pesar de la negativa oficial de Aguas del Júcar a renegociar el trazado del trasvase trasladando la toma del agua a Antella, tal como proponen futuros usuarios, el rechazo electoral cosechado por el PSPV en el Vinalopó ha desatado un gran malestar en el propio Ministerio de Medio Ambiente. Tras la integración de Aguas del Júcar en Acuamed – la empresa con la que el Gobierno desarrolla el Programa Agua – , ayer tomó fuerza la posibilidad de que los directivos ésta última tomen el control de la sociedad con sede en Valencia.