El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, abogó ayer por los trasvases «para aprovechar aguas excedentarias» en el marco del desarrollo de un nuevo Plan Hidrológico, que ha justificado en el «fracaso» del plan de desaladoras socialista.
El ministro rehusó «utilizar» la palabra «trasvase» hasta los últimos minutos de su primera intervención en comisión parlamentaria, que duró más de tres horas, pero finalmente recurrió a ella para apoyar estas infraestructuras para ese tipo de aprovechamientos. «Hagamos las obras que haya que hacer, porque hay mucho sentido común que aplicar a la planificación hidrológica de España. Hablamos de un gran pacto nacional del agua, no de una gran imposición nacional», continuó.
Criticó la «preocupante herencia» recibida del Ejecutivo socialista en materia de agua, cuya gestión de este recurso calificó de «caótica» y «catastrófica». Y es que el plan de desaladoras que inició el Gobierno del PSOE en 2004 tras suprimir el Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP «apenas facilita 111 hectómetros cúbicos de agua, el 16,45% de los 778 previstos» por el PHN y «a un precio inasequible para los agricultores».
Aludió también a las «promesas incumplidas» en el Plan del Alto Guadiana «que proponía una inversión de 2.800 millones y la regularización de 8.000 pozos ilegales». Frente a esa política de agua, Arias Cañete mencionó que su Plan prevé «una nueva programación nacional de inversiones y actuaciones» en «infraestructuras» que garanticen «un abastecimiento en cantidad y calidad siguiendo el principio de solidaridad territorial».
Plan del Alto Guadiana
Apostó por hacer las obras del Pacto del Agua de Aragón y destacó que, de manera «urgente» el Ministerio acometerá el Plan especial del Alto Guadiana , con el que se desarrollarán «nuevas actuaciones» en el sector del Guadiana.
Prometió también alcanzar la «plena depuración de la carga contaminante de aguas en España, comenzando por los grandes núcleos y las poblaciones que estén en zonas especialmente sensibles»; e impulsar el uso de agua reutilizada.
El ministro de Agricultura explicó que se mejorará la coordinación de las confederaciones hidrográficas y las sociedades de aguas y que se revisarán «todos» los planes de demarcación hidrográfica, al tiempo que se potenciará la reutilización y la depuración con el objetivo de cumplir con la normativa europea.
Una gran noticia
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, celebró ayer la intención del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, de desarrollar un Plan Hidrológico en el que prime la solidaridad interterritorial.
Cospedal calificó de «una gran noticia» contar con un ministro que «tiene claro que España tiene que tener un Plan Hidrológico Nacional». Valoró que Arias Cañete quiera que el futuro plan contemple el principio de unidad de cuenca, «de preferencia de la cuenca cedente sobre la cuenca receptora tanto para fines presentes como para finalidades futuras» y la primacía del principio de solidaridad interterritorial porque, dijo, «España tiene agua para todos, pero mal repartida».