Europa Press
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado este sábado que «hay un gran equilibrio en el Plan de Cuenca del Júcar porque se han tenido en cuenta las necesidades de todos». Además, ha avanzado que van a «poner en marcha las actuaciones de inversiones urgentes para modernizar regadíos de la ribera del Júcar reclamadas por los regantes desde hace muchos años».
Arias Cañete: El Júcar «es la cuenca más difícil de regular»
Así lo ha señalado en declaraciones a los periodistas antes inaugurar en Valencia el seminario ‘Caladero Mediterráneo’ junto al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a preguntas acerca de las críticas de regantes que consideran que el borrador presentado beneficia a Castilla-La Mancha.
Al respecto, Arias Cañete ha indicado que, «en materia de agua, siempre que se hace una concesión a una parte de la cuenca, hay otra parte de la cuenca que tiene ciertos recelos», pero se ha «buscado un equilibrio básico entre los regantes valencianos, los alicantinos del Vinalopó y las necesidades de abastecimiento de agua de Castilla La Mancha, que tiene unas dificultades y unas presiones muy fuertes en unos acuíferos que crean problema medioambientales».
«Hemos buscado un equilibrio básico pero nunca llueve a gusto de todos y repartir el agua a gusto de todos en España es una asignatura muy difícil y la prueba es que el Gobierno anterior fue incapaz de aprobar un solo plan hidrológico de los ríos españoles en el periodo que le dio la UE, que era el 31 de diciembre de 2009», ha subrayado.
Futuras obras de infraestructura hidráulica"
Ha destacado que, por el contrario, el Gobierno de Rajoy «no sólo va a aprobar todos los planes, sino que va a iniciar una nueva revisión de la planificación hidrológica hacia el año 2015», en la que hablarán con todos los regantes para buscar «los mejores equilibrios» y se «van a necesitar también obras de infraestructura hidráulica».
«Para buscar esos equilibrios, tendremos que hacer inversiones importantes en materia de agua para permitir un uso más eficiente del agua y un reparto más inteligente de los caudales», ha recalcado.
Arias Cañete ha indicado que, respecto al Plan del Júcar, están en «una fase todavía de trámite» en la que «ha habido un acuerdo básico con algunas abstenciones» y que espera «poder sumar más voluntades» durante la tramitación hasta la aprobación definitiva por el Consejo de Ministros «para apoyar un plan que tiene que contar con todos para que luego sean capaces de hacer un uso responsable del agua».
"Muy sensible al dinamismo del sector y al buen uso del agua"
En este punto, ha destacado que la Comunitat Valenciana «utiliza el agua de manera muy eficiente» y «por eso en esta comunidad las inversiones en modernización de regadío están muy justificadas porque rentabiliza mucho el agua, optimiza, tiene unas producciones que tienen salida al mercado y contribuyen a las exportaciones españolas».
Arias Cañete ha asegurado que «el Gobierno es muy sensible a este dinamismo del sector agrario de la Comunitat Valenciana y al buen uso que se hace en esta comunidad del agua», a lo que agrega que intentarán «mejorar el consenso básico para que sea lo más amplio posible».
En este sentido, ha apuntado que trabajan para «elevar un acuerdo pronto al Consejo de Ministros» y este viernes estuvieron «ultimando la memoria y el contenido de este acuerdo en Madrid», para después seguir «dialogando con los regantes para priorizar otras inversiones de modernización que son necesarias a los efectos de ahorrar agua y posibilitar otros usos demandados por los regantes».
"Es el río más difícil de regular"
Arias Cañete se ha mostrado «satisfecho de que ha habido un esfuerzo de dialogo, de comprensión, de búsqueda de equilibrios entre territorios» y ha subrayado que el Júcar «es el río más difícil de regular» porque su cuenca «es muy compleja, deficitaria, muy intensiva en el uso del agua, afecta a cinco comunidades autónomas, tiene mucha superficie y mucha presión sobre los recursos hídricos.
«Sabíamos que era un río muy complejo pero al final ha habido una voluntad y el Gobierno tiene el compromiso decidido de hacer las inversiones públicas que están demandando los regantes, son necesarias, economizan agua y permiten un equilibrio hídrico mucho más razonable dentro de la cuenca», ha concluido.
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