Cuando la sequía aprieta, cualquier agua es bienvenida. Esto es lo que estarán pensando los agricultores alicantinos tras empezar a recibir los primeros caudales de agua trasvasada del río Júcar al Vinalopó; un proyecto al que vienen oponiéndose desde hace ocho años por el coste energético que les supone y por la supuesta «mala calidad» de estas aguas.
El president de la Generalitat, Alberto Fabra, participó ayer en el acto oficial de puesta en funcionamiento de una actuación cuyas obras arrancaron hace ya doce años pero que, desde 2006, se encuentra en el foco de la polémica. Los regantes de la Marina Baja, l’Alacantí, y las comarcas del Vinalopó pusieron el grito en el cielo, hace ahora ocho años, cuando el Gobierno central, en manos del PSOE, decidió trasladar la toma del trasvase desde Cortes de Pallás, zona inicialmente prevista y ubicada más hacia la cabecera del río, al Azud de la Marquesa, situada en la parte baja del cauce. Los agricultores alicantinos, desde entonces, llevan denunciando que esta decisión triplicaba el precio del agua (por el coste energético de elevar el agua 700 metros desde el Azud de la Marquesa a Villena) y originaba que los regantes del sur de la Comunitat recibieran un suministro de peor calidad, puesto que en las zonas más bajas del río las aguas arrastran más abonos e insecticidas agrícolas, según han insistido en repetidas ocasiones desde la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-l’Alacantí y el Consorcio de Aguas de la Marina Baja. Los agricultores valencianos, sin embargo, rechazan las críticas alicantinas aduciendo que éste es exactamente el mismo caudal que riega, por ejemplo, la huerta de La Ribera.
El propio Fabra, por su parte, recalcaba también ayer que la toma de agua del Azud de la Marquesa «por sí sola es insostenible económicamente», por lo que el Consell está negociando con el Gobierno y las comunidades de regantes de Alicante y Valencia con el objetivo de consensuar una segunda toma de agua que abarate el precio del agua de este trasvase.
La actuación beneficiará a 16.000 regantes y salvará cosechas por valor de 200 millones de euros
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También insistió en que el trasvase beneficiará a más de 16.000 regantes, «consolidará 20.000 empleos de la zona» y permitirá salvar cosechas valoradas en más de 200 millones de euros.
Seguirán las exigencias
Por su parte, los empresarios agrícolas y ganaderos de Alicante (ASAJA) y la Confederación Empresarial de la provincia (COEPA) consideran que los nuevos caudales «permitirán recuperar parte de los cultivos leñosos, lo que ayudará a reducir el número de árboles muertos», pero recalcaron que seguirán reivindicando la toma de Cortes de Pallás por ser la idónea desde un punto de vista técnico.
En esta línea, la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, aplaudió la medida pero también insistió en la necesidad de que parte del agua del trasvase tenga su origen en el curso alto, donde se sitúa la toma de Cortes de Pallás, que ofrece «agua de mayor calidad».
ENLACE A NOTICIA: http://www.lasprovincias.es/comunitat/201407/17/arranca-trasvase-agua-jucar-20140717000929-v.html