La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha calificado de «aventuradas» las declaraciones realizadas por Ecologistas en Acción en las que reclama que se reduzcan las aportaciones de agua al regadío.
La organización agraria considera que proponer una limitación de agua para el regadío es «muy precipitado porque de llevarse a cabo obligaría a planificar la campaña agrícola del próximo año sin apenas conocer las reglas del mercado y cuando todavía no existen problemas de escasez de agua para el consumo humano».
Además, cree que una vez más se trata de unas declaraciones «demagógicas» en las que, ante la sensibilidad sobre el tema del agua, «se carga contra el sector agrario que, sin embargo, es el que más esfuerzos está realizando para hacer cultivos rentables reduciendo el consumo de agua», según ha informado la asociación en nota de prensa.
Como ejemplo, ASAJA ha señalado que en el Acuífero 23 se está regando con una media de 2.000 m3 por hectárea para cultivos herbáceos «cuando los regantes de la zona tienen derechos inscritos para utilizar hasta 4.278 m3 por hectárea».
Asimismo, ha indicado que «el plan de extracciones anual fija una cantidad de agua aproximada para el regadío de 200 hm3 cuando en teoría los derechos asignados e inscritos son más del doble».
AFIRMACIÓN "MALINTENCIONADA"
ASAJA considera, por tanto, que «ligar las aportaciones de agua al regadío a la posible escasez de este recurso para el consumo humano es una afirmación malintencionada porque el abastecimiento de agua potable a las poblaciones está garantizada por ley».
La organización agraria asegura compartir la necesidad de planificar la gestión del agua pero también recuerda a la organización ecologista lo que ocurrió en las Tablas de Daimiel, donde «a pesar de que se presentaron denuncias ante Bruselas por considerar que se había llegado a una situación irreversible, en algo más de un año el acuífero sobreexplotado pasó de una reducción de 3.000 hectómetros a 700 por obra y gracia de la naturaleza».
Por esta razón, ASAJA ha afirmado que «es bueno planificar pero no precipitarse en la adopción de medidas restrictivas y, sobre todo, intentar limitar el desarrollo productivo y social».
En este sentido, también se ha referido a la postura de las organizaciones ecologistas sobre la protección de las aves en las zonas ZEPA, porque «en vez de proponer medidas para compatibilizar la agricultura y la protección de la naturaleza, se empeñan en defender posturas intransigentes en zonas en las que su declaración como zona de protección especial obedece más a razones políticas que de rigor científico».
«No todo el espacio aéreo y terrestre se puede atribuir a la protección de las aves como quiere Ecologistas en Acción. Es importante proteger a las especies pero también que se paguen los daños y limitaciones de uso al afectado y defender la productividad y la creación de puestos de trabajo», ha señalado ASAJA.
Por último, la organización agraria ha asegurado estar dispuesta a informar a la organización ecologista de la realidad del cultivo en las zonas de especial protección de las aves, así como, de la gestión del agua en los regadíos de la región.