La organización Jóvenes Agricultores-Asaja denunció ayer que se han perdido ingentes cantidades de agua, tras el episodio de gota fría, por no estar realizado el trasvase Júcar-Vinalopó con toma en el embalse de Cortes de Pallás. En opinión de su presidente en Alicante, Eladio Aniorte, el río Júcar «es el mejor regulado de España» y, de estar realizado el proyecto en su estado original antes de la reforma introducida por el Gobierno actual, «el agua se hubiera trasvasado hacia Villena, para las comarcas alicantinas, sin ninguna afección para la cuenca cedente».
«Las lluvias del último mes, que han sido muy abundantes en la cueca alta del Júcar, podrían haberse aprovechado para ser trasvasadas a Alicante, pero no está hecho el tubo y el que se hace no está en el embalse de Cortes de Pallás, de donde podría regularse el envío, no como ahora que el agua va directamente al mar», se lamentó ayer Aniorte.
Salvando las desgracias materiales y personales ocurridas en las Marinas, el representante agrícola considera que las precipitaciones han sido «una bendición» para el agro provincial, sobre todo para las comarcas de la Vega Baja, los dos Vinalopós, el Camp d’Elx y l’Alacantí, sin olvidar tampoco a la zona de l’Alcoià.
En esta última se concentra la inmensa mayoría de la cosecha de aceitunas de la provincia, que tras las lluvias adoptará un calibre y calidad especiales. «En la Vega Baja, el poco cítrico que no se ha abandonado aún se va a recuperar, porque llevamos un mes con lluvias», explica Eladio Aniorte.
Respecto al fruto, pese a haber poca cantidad, según informa Asaja, adoptará más calidad tras las lluvias caídas en los últimos veinte días. En las comarcas del Vinalopó, las lluvias ayudan a lavar las plantas, la tierra y a mejorar de cara a la primavera los cultivos de frutales como almendros y manzanos, según Aniorte.
En el caso de la Vega, se está preparando la tierra para la siembra de cereales, que tendrá lugar dentro de veinte días sin necesidad imperiosa de regar inmediatamente después de dicha siembra. Para la hortaliza, pese a otras voces que alertaban de podredumbre, en Valencia, la tormenta es en general buena, con lluvias de no más de 20 litros en la Vega Baja. «Los bróculos están que se salen de la planta y las alcachofas también», añade Aniorte.
Olivas de calidad
«Los olivos van a tener un cosechón y de muy buena calidad», añade el presidente de Jóvenes Agricultores en Alicante.
El único temor, como ya ocurriera tras las tormentas de 13 de septiembre, del 21 del mismo mes y del 4 de octubre, es el del riesgo de brotitis en la uva de mesa del Vinalopó, cuyo grueso del cultivo está por recolectar, la variedad de fruta Aledo, cuyo consumo se centra en diciembre. «Hasta ahora no se ha visto perjudicada de verdad ni la ideal ni el moscatel; esperamos que salga el sol y sople el viento para secar las bolsas y la fruta, porque si sigue lloviendo si se podrá pudrir el fruto», añade Aniorte. Asaja también destaca la bondad de la lluvia para la cosecha de granada en Albatera y el Campo de Elche. «Las lluvias han limpiado la tierra, que estaba ensalobrada por la mala calidad de las aguas de riego, que tiene mucha sal y van a posibilitar que el suelo hiberne con humedad para las cosechas de los árboles frutales y la siembra del cereal».
Asaja también observa de forma positiva el agua para el cultivo de los nísperos, precisamente en una de las zonas más castigadas por las torrenteras. No se tiene constancia de grandes daños en los bancales y arboledas y sí de que el calibre del fruto será este año de récord. El balance general que formula Jóvenes Agricultores-Asaja Alicante de la tercera gran tormenta del otoño en la provincia choca frontalmente con el que realizó hace dos días el presidente de la AVA, Cristóbal Aguado, el cual dio por perdidas las cosechas actuales de hortalizas y otras verduras, así como de la uva de mesa sin recolectar a causa de las abundantes lluvias registradas en toda la Comunidad Valenciana.