La organización agraria Asaja-Murcia valoró ayer con «moderado optimismo» la reunión que los regantes del Comité de Crisis de la cuenca del Segura mantuvieron con la vicepresidenta primera del Gobierno central, María Teresa Fernández de la Vega, y las ministras de Medio Ambiente y Agricultura, Cristina Narbona y Elena Espinosa, respectivamente. En este sentido, pidió un «compromiso firme en contra del Estatuto de Castilla-La Mancha».
Y es que, a juicio de su secretario general, Alfonso Gálvez, «el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero una veces nos da cal y otras arena».
De este modo, resaltó que el campo murciano «sigue teniendo un déficit estructural de 460 hectómetros cúbicos», motivo por el que «ahora es necesario más que nunca un trasvase de una cuenca excedentaria que resuelva esta problemática y no solamente la instalaciones de plantas desaladoras, que son únicamente un complemento pero no la solución».
Es por ello por lo que insistió en que «para solucionar los problemas que tiene la agricultura murciana y, en general, del Levante español, es necesario una política de trasvases hídricos, ya que es la única manera de poder resolver el déficit hídrico».
Es justo lo contrario de lo que opina Asaja en Castilla-La Mancha, que respalda al Gobierno de José María Barreda en toda su gestión a favor de la fecha de caducidad del trasvase, tal como se recoge en la reforma del Estatuto de Autonomía aprobada por unanimidad por las Cortes regionales.