«No es momento para invertir en saco roto». Este es el pensamiento que ronda por la mente de los más de 8.600 agricultores de la comarca del Camp de Morvedre.
Cada año cuesta más mantener un huerto y sin embargo el beneficio que experimentan sus propietarios no cubre ni la mitad del esfuerzo invertido. Prueba de este pesimismo son las 1.600 hanegadas que se han perdido en el último año. Aunque no son cifras reales porque «cada vez son más los huertos que evidencian muestras de abandono en el estado de los árboles y del campo». Estas observaciones proceden de la Asociación Valenciana de Agricultores de Sagunto que intenta, año tras año, dignificar este sector en la zona.
Precisamente, la crisis económica general que sufre el estado español supone un nuevo obstáculo para la continuidad de la agricultura en la comarca y en la Comunitat. La subida del petróleo significa también el incremento de todos los productos necesarios para la conservación y mantenimiento de los campos. Así pues los abonos y herbicidas han subido un 50% en tan sólo un año.
Pero estos gastos no se quedan ahí, el incremento de la cuotas eléctricas ha supuesto también la subida de un 20% en este gasto. A ello se suma el coste por cambiar todos los contadores para que se ajusten a las nuevas tarifas económicas y no cuantificar tantas pérdidas, en total una inversión de casi 80.000 euros.
A todas estas cifras negativas se añade el problema de los robos que convierte a Sagunto en uno de los puntos negros, según un mapa elaborado por AVA Valencia sobre las zonas agrícolas más perjudicas de la Comunitat. Y junto a esta problemática viene aparejada el aumento de los seguros, ya que cuanto mayor es el riesgo, mayor es también el precio a pagar por unas garantías. Con estos datos no es extraño que el agricultor se plantee más de dos veces su oficio.