La aprobación ayer por unanimidad en la Asamblea Regional de Murcia de una proposición de ley en defensa del trasvase Tajo-Segura, como respuesta al debate sobre la caducidad del acueducto o las reservas estratégicas que ha propuesto Castilla-La Mancha en la reforma de su Estatuto de Autonomía, no han gustado en territorio castellano-manchego.
Tanto es así, que el presidente castellano-manchego, José María Barreda , señaló ayer, tras conocer la petición murciana, que «el Estatuto de Castilla-La Mancha no se decide en Murcia, se decide en Castilla-La Mancha» y que eso «está más claro que el agua».
Barreda respondió ayer así al ser preguntado por periodistas en Guadalajara sobre las peticiones desde Murcia de que se rebaje la reserva estratégica de agua pretendida en la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha.
También las declaraciones del secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, en las que afirmaba que la reserva de agua de 6.000 hectómetros cúbicos es una cifra que «daña la vista», han escocido en el seno del Ejecutivo castellano-manchego.
Así, la portavoz de la Junta, Isabel Rodríguez , afirmó que la posición del Gobierno de España sobre la reserva estratégica de agua en el Estatuto de Autonomía es la misma que la que ha plasmado el grupo socialista en el Congreso en el documento entregado al PP.
La portavoz señaló que, si bien Puxeu es un miembro del Gobierno, en este caso «más bien estaba expresando su propia opinión» que la decisión del Gobierno, que está plasmada «blanco sobre negro» en el documento que el grupo socialista, con el consentimiento del Gobierno de España y previa negociación, envió al grupo popular con esa propuesta de reserva de agua.
Por tanto, añadió, la posición del Gobierno de España es esa, y se está negociando en el Congreso de los Diputados, mientras que la única postura «que seguimos sin tener clara es la del grupo popular», dijo Rodríguez , quien añadió que «confiamos en un acuerdo» en la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha.
«Confiamos que en las negociaciones en el Congreso de los Diputados se está trabajando para el acuerdo que garantice nuestros derechos de agua para el presente y el futuro, y eso lo vamos a decir ante quien sea, el secretario de Estado o el presidente del Gobierno», afirmó.
También fue preguntada también por las declaraciones de la portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, en las que opinaba que, o el presidente de la región, José María Barreda, «se espabila» en la defensa de los intereses de la comunidad, o le va a terminar criticando «hasta el portero de Ferraz» (donde está la sede del PSOE).
Rodríguez dijo que le gustaría que los dirigentes del PP «supieran que todos los porteros o cualquier trabajador es muy respetable en su trabajo y, desde luego, el portero de Ferraz», que es además «un castellano-manchego, Daniel, de Alcázar de San Juan, una persona muy honorable que merece el respeto de todos los ciudadanos».
Dijo la portavoz que a Barreda se le escuchará muchas veces respondiendo a quien haga falta, mientras que la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, «pocas veces habla» y «pocas veces se le escucha defendiendo a Castilla-La Mancha».
La polémica entre PSOE y PP no terminó ahí ya que los populares consideran que en torno a la reforma del Estatuto no solo hay discrepancias en el seno del PSOE, y de los Gobiernos Central y Regional, sino que el Gobierno de España debería «aclarar» cual es su «opción» entorno a la reserva de 6.000 hectómetros cúbicos.
La portavoz del Grupo Popular en las Cortes Regionales, Ana Guarinos , considera que dentro del Gobierno Central ha habido «muchas voces» que han cuestionado las pretensiones del Gobierno regional en torno a la caducidad del trasvase primero y ahora con la reserva estratégica de los seis mil hectómetros