Jose María Barreda (Ciudad Real, 1953), asumió la presidencia de Castilla-La Mancha en abril de 2004 tras la marcha al Ministerio de Defensa de José Bono. En esta entrevista, Barreda repasa la gestación del reformado Estatuto de Castilla-La Mancha, de la fecha de caducidad del Trasvase y de otros asuntos de interés regional y provincial. Y pone por delante los intereses de su región frente a los criterios o directrices que en materias como el agua marca el PSOE a nivel nacional.
-¿Esperaba que la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha alcanzara este nivel de consenso, incluso, en lo referente a la fecha de caducidad del Trasvase?
-Siempre lo desee y busqué. El tema es suficientemente complicado como para necesitar todos los apoyos. Y desde luego la fuerza política de un Estatuto que se propone reformar por unanimidad desde las Cortes de Castilla-La Mancha es infinitamente superior a que esa reforma se hubiera hecho sólo con el apoyo de un grupo parlamentario, aunque ese grupo parlamentario tuviera mayoría cualificada.
-Aunque durante el estudio y redacción del nuevo Estatuto se llegó a dar otra fecha, incluso antes del 2010, finalmente el documento fija el 2015 como fecha de caducidad del Trasvase. Esa fecha responde a que para ese momento se prevé que estén solventados los problemas del agua de Levante o porque entra en vigor la Directiva Marco de Agua de Europa…
-No queríamos poner una fecha que resultara excesivamente precipitada, ya que no se trata de que Castilla-La Mancha, de repente, haya dejado de ser solidaria, que queramos cerrar el grifo de la noche a la mañana. Por eso, ese espacio temporal nos parecía lo suficientemente razonable como para dar tiempo a que entren en funcionamiento las alternativas que permitan asegurar el abastecimiento a Murcia y al sur de Alicante. Nosotros ahora necesitamos el agua, y tenemos un derecho preferente al ser la cuenca cedente. Pero hasta ahora resultaba como las Leyes de Indias, que se acataban pero no se cumplían, ya que no teníamos la infraestructura que nos permitiera utilizar a nosotros también el agua y el Acueducto Tajo-Segura. Muy pronto, dos millones de castellano-manchegos estaremos bebiendo en especial aguas superficiales del Tajo.
-¿Le está resultando muy complicado mantener sus argumentos sobre la caducidad del Trasvase dentro de su partido?
-Sin duda alguna, puesto que en el tema del agua hay planteamientos más que ideológicos, territoriales, y se producen agrupamientos mucho más que por afinidades políticas por el lugar de procedencia. En Castilla-La Mancha PP y PSOE están de acuerdo, y coinciden con el Gobierno de la Región en la defensa del agua. Y vemos al mismo tiempo, como, en Murcia, los socialistas y el PP están también de acuerdo frente a nuestras pretensiones. Eso, lógicamente, tiene una traslación a nivel nacional, pero a mí no me preocupa. Yo, como presidente de Castilla-La Mancha, lo tengo muy claro, no me debo a ningún partido político.
-Uno de los argumentos que más utiliza el presidente murciano es que en Castilla-La Mancha no se han hecho los deberes en cuanto a infraestructuras hídricas o transformación de regadíos, a pesar de que los regantes de que los murcianos pagan a Castilla-La Mancha por el agua que recibe del Tajo. ¿Qué tiene que decir?
-Mire. Hemos gastado cinco veces más en obra hidráulica de los ingresos que produce el Trasvase. Ya dije en una ocasión que solamente un necio confunde el valor con el precio. Si es un problema de dinero, que se queden con su dinero. Nosotros nos quedamos con el agua. O sea, que no lo plantee en esos términos porque creo que se equivoca.
-La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en cuanto tiene ocasión dice que no contempla una fecha de caducidad para el trasvase. ¿Y por qué sí eliminó el trasvase del Ebro, incluido en un PHN que apoyaba Castilla-La Mancha?
-Ya, pero además, en el PHN que sustituye al anterior, hay una disposición adicional aprobada, y por lo tanto en vigor, y que se incluyó a propuesta de Castilla-La Mancha, que anuncia la caducidad del Trasvase Tajo-Segura, tal y como nosotros lo planteamos. Ahí se dice, y se reconoce, tenía un interés personal en que apareciera en el PHN, que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca receptora, y en la medida que empiecen a funcionar las alternativas del Plan AGUA en Murcia y Alicante, se dejara de trasvasar agua a aquel territorio.
-Esta semana, en el Foro del diario ABC, el presidente de Murcia abogó por nacionalizar el agua para acabar con las discrepancias entre las autonomías. Es más, expresó su deseo de que las Cortes Generales eliminen aquellas reformas estatutarias que reservan a la Comunidad Autónoma la gestión del agua. ¿Qué le parece?
-El problema de fondo es el modelo posible de desarrollo en todas las partes de España. Y el desarrollo sostenible de las regiones. Y en este caso, el desarrollo sostenible de Murcia. Cuanto antes se planteen en Murcia que el desarrollo sostenible de su región no puede basarse sine die, indefinidamente, en un recurso que es escaso, que está lejos de Murcia y sobre el cual nosotros tenemos prioridad, mejor. Yo no digo que el agua de las cuencas que transcurren por Castilla-La Mancha sea de los castellano-manchegos. El agua de todos los ríos de España, sean cuencas intercomunitarias o intracomunitarias, es de todos los españoles, pero también de los castellano-manchegos.