Los regantes de Estremera (Madrid) que llevan dos años vendiendo sus concesiones de agua a los agricultores murcianos y alicantinos han dejado de recibir las ayudas económicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, presidido por el socialista José María Barreda, para modernizar sus cultivos. El motivo, al parecer, es que el Ejecutivo de Barreda rechaza estos intercambios de derechos con aguas del Tajo. El presidente de la Comunidad de Regantes de Estremera, Saturnino Gómez, comentó ayer que la Junta había suprimido estas ayudas, de las cuales se ha hecho cargo el Gobierno de Madrid. Esta comunidad de regantes tiene parte de sus cultivos en territorio de Castilla-La Mancha.
Saturnino Gómez y cinco miembros de su junta directiva viajaron ayer a Murcia, como hicieron el año pasado, para recibir el cheque del Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura -por valor de 5.839.480 euros- como pago por la compra de 31 hectómetros cúbicos para este año. El precio estipulado es de 18 céntimos por metro cúbico (el agua del trasvase ronda los 12 céntimos).
El año próximo, más
En presencia del presidente del Sindicato Central, Francisco del Amor, el representante de los regantes madrileños aprovechó su visita para firmar también la iniciativa legislativa popular que los regantes murcianos quieren llevar al Congreso de los Diputados para rechazar el Estatuto de Castilla-La Mancha, que pretende eliminar el acueducto en el año 2015, informa Efe.
Sobre la retirada de las ayudas económicas por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, Gómez explicó que su canal empieza en la provincia de Guadalajara y termina en la de Toledo, por lo que hay una parte en esta comunidad. Asimismo, añadió que se han convertido en pioneros en esta fórmula habilitada por la Ley de Aguas y alentada por el Ministerio de Medio Ambiente para intercambiar temporalmente concesiones de caudales, como antesala a los bancos de agua, que aún no están aprobados. Saturnino Gómez indicó que «esto nos ha llevado muchas horas de antesala en los despachos del Ministerio de Medio Ambiente y de las confederaciones hidrográficas del Tajo y del Segura».
El intercambio se lleva a cabo desde el año 2006 debido a que la Comunidad de Regantes de Estremera ha emprendido unas obras de modernización de sus regadíos que supondrán un ahorro en el futuro del 50 por ciento de su dotación. «Estamos encantados de haber conocido a los regantes murcianos porque han cumplido fielmente con el compromiso adquirido», aseguró Saturnino Gómez.
El Gobierno de José María Barreda, al igual que los de Madrid y Extremadura, se han negado a condonar estos años de sequía parte de la tarifa del acueducto Tajo-Segura que deben pagar los regantes murcianos, y que repercute en las arcas de estas tres comunidades ribereñas del Tajo como compensación. Sí ha perdonado su parte de la tarifa el Ministerio. Además de Estremeras, la Comunidad de Regantes del Canal de las Aves (Aranjuez) también ha vendido sus concesiones para los abastecimientos del Sureste.
Trasvase en el aire
El Consejo de Ministros estudiará hoy la recomendación de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura de desembalsar 62 hectómetros cúbicos de agua para abastecimiento en Levante, 20 más para regadíos de las cuencas del Segura y el Júcar y otros 10 para las Tablas de Daimiel. Esta recomendación ha provocado la oposición del Gobierno de Castilla-La Mancha -que rechaza el trasvase para regadíos y exige prudencia al Consejo de Ministros ante la «crítica» situación de los embalses- y las críticas de los Ejecutivos de Murcia y de la Comunidad Valenciana, que consideran insuficientes los 20 hectómetros cúbicos para regadío y argumentan que en la cabecera hay agua suficiente para atender las demandas de los regantes, que pidieron 170 hectómetros cúbicos. Como informó ABC, los embalses de la cabecera del Tajo -Entrepeñas y Buendía- almacenaban el pasado lunes almacenaban 464 hectómetros cúbicos, el 18,75 por ciento de su capacidad total.