Ocho años han sido necesarios para que Francisco Belmonte volviera a presidir una reunión de la Junta de Gobierno de los regantes de la Mancha Oriental. Una tarea en la que ayer volvió a ‘estrenarse’ tras su elección el pasado 29 de septiembre como presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO).
Con la constitución ayer de la nueva Junta de Gobierno y el consiguiente traspaso de competencias tanto en algunas de las vocalías como en la propia Presidencia como único punto del orden del día, se abre una nueva etapa en la JCRMO.
Belmonte explicó tras la reunión que se trató de una primera toma de contacto con el equipo. Una cuestión fundamental a juicio de este regante que asegura que en su anterior etapa al frente de la JCRMO (entre 1994 y 1999) fue un presidente «poco presidencialista». Una fórmula que en esta ocasión espera repetir con idénticos resultados a los de aquel entonces. «La primera labor es cohesionar al equipo», manifestó.
Cohesión política
Y si ese primer paso es toda una declaración de intenciones, no lo son menos los siguientes. No en vano en la agenda de Belmonte la siguiente tarea es «cohesionar a los políticos», incluyendo al Gobierno y a la oposición. «No vale que los políticos se agredan a cuenta del agua. Yo al menos no lo voy a permitir», señaló el flamante dirigente indicando que esa es la única forma de que el Plan Hidrológico del Júcar (PHJ), en cuya renovación debe comenzar a trabajarse previsiblemente en el 2008, «salga bien».
Y es que esta es la prioridad de este nuevo mandato, la renovación del Plan de cuenca. En cuanto a las líneas generales que debería contemplar, Belmonte afirmó que se conformaría con que se aplicase «lo que escribimos la otra vez», es decir que se completase la sustitución de bombeos, los regantes del Levante cumpliesen con la modernización de regadíos y que se aplicase la sentencia del Supremo acerca del Júcar.
En este sentido el presidente de los regantes de la Mancha Oriental manifestó que los albaceteños por su parte sí han cumplido «a rajatabla» con lo establecido en el Plan Hidrológico del Júcar.
«Después de 10 años haciendo los deberes es hora de pedir que a quienes no los hayan hecho se les ponga de cara a la pared», subrayó el que fuese primer presidente de la JCRMO.
De la negociación necesaria en aquel momento para fraguar el PHJ, Belmonte recordó que supuso una ardua e importante tarea en la que fue necesaria la implicación de todos.
Respecto a la petición del grupo socialista en las Cortes regionales para que comparezcan los presidentes de las confederaciones del Segura, Júcar, Tajo y Guadiana para que informen sobre el proceso de renovación de los planes hidrológicos, Belmonte expresó que es más partidario del trabajo en firme que de las comparecencias.
En alusión a los políticos, el presidente de los regantes les recomendó que en esta labor de renovación se dejen asesorar y se fíen de «los que entendemos de esto».
Instrumentos
Por otra parte, insistió en que es intolerable que no se haya obligado a los agricultores de la Comunidad Valenciana a modernizar sus regadíos. Asimismo se refirió a otro de los instrumentos más importantes que los regantes castellanomanchegos de la cuenca del Júcar tiene en sus manos, la sentencia del Supremo en cuya aplicación pretenden incidir.
Y si la reunión de ayer supuso la primera toma de contacto con su equipo, el próximo lunes Belmonte hará lo propio con los máximos representantes de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Así, Belmonte apuntó que el lunes mantendrá un primer encuentro en Albacete como presidente de la JCRMO con el responsable de la Confederación, Juan José Moragues. Una reunión con la que también pretende sentar las bases de la relación que mantendrán a partir de este momento.
«No queremos entretenernos mucho, queremos entrar en materia lo antes posible», avanzó Belmonte señalando que lo deseable es que se actúe antes de que las decisiones estén publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE). «Los problemas hay que afrontarlos desde el principio», indicó poniendo como ejemplo el recientemente aprobado decreto de planificación manifestando en este sentido que «habrá que recurrirlo o pararlo».