El grupo popular en el Ayuntamiento de Benidorm será el primero en materializar la ofensiva del PPCV para reivindicar el trasvase del Ebro y el trazado original del Júcar-Vinalopó, así como para cuestionar la política hídrica del Gobierno socialista, basada en la construcción de desaladoras en el litoral de la Comunidad.
Así, el equipo de gobierno del Consistorio benidormí presentó ayer la moción, que elevará al próximo pleno municipal, en la que rechazan «el plan masivo de implantación de desaladoras» y solicitan recuperar el trasvase del Ebro y el Júcar-Vinalopó con la toma en Cortes de Pallás. El portavoz popular, Antonio Pérez, presentó el texto de la moción, que se incluye en la campaña anunciada por el PP en la Comunidad para reclamar al Gobierno soluciones al déficit hídrico en la región.
La iniciativa de los populares benidormíes se produce en una coyuntura en la que el trasvase al Vinalopó se encuentra fuertemente cuestionado por la calidad de las aguas en la desembocadura del Júcar, y por la parálisis de las obras iniciadas el pasado mes de julio. Así, el trasvase apenas cuenta con usuarios para el caudal a transferir.
Asimismo, resulta especialmente significativo que Benidorm inaugure la ronda de mociones, dado que el último conflicto a cuenta de la desalación -cuando no se ha superado todavía el abierto en Torrevieja- se ha producido en la localidad de Denia, también en las comarcas de las Marinas.
«Retroceso»
Pérez afirmó que el Gobierno del PSOE «ha supuesto un retroceso en la política del agua», en la que ha seguido «los dictados de grupos políticos radicales a cambio de sus votos para sostenerse en el Gobierno».
La moción rechaza «el plan masivo de implantación de desaladoras del Ministerio de Medio Ambiente» por «sus evidentes carencias y los graves perjuicios que ocasionarán».
En el texto los populares piden a la titular del citado Ministerio, Cristina Narbona, que «rectifique el actual trazado del Júcar-Vinalopó», al tiempo que «no se reduzcan los aportes del trasvase Tajo-Segura». Por último, la moción recoge la exigencia de recuperar el trasvase del Ebro, «pieza esencial para mantener una política hídrica coherente».
Con la presentación de esta moción, que podría materializarse la próxima semana en el pleno ordinario, el alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, adoptará una posición más beligerante en la cuestión hídrica, pese a que su turístico municipio no se ha visto afectado por la sequía endémica del Vinalopó y la Vega Baja -y, de hecho, su gestión del agua ha merecido múltiples reconocimientos-.
En cuanto a las desaladoras, el texto afirma que «son para casos determinados» y considera que con los cambios realizados por el Gobierno al Programa AGUA provocarán «importantes perjuicios medioambientales y energéticos por los vertidos de salmueras al mar». La moción añade que la demanda de energía conllevará «problemas de suministro» para la población y la actividad turística, y «la necesidad de nuevas líneas y subestaciones».