La Comisión Europea ha decidido este jueves denunciar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) por retrasos en la elaboración de planes de gestión de sus cuencas hidrográficas, que Bruselas considera esenciales para lograr el objetivo que se ha fijado la UE de lograr una buena calidad de las aguas comunitarias de aquí a 2015.
El Ejecutivo comunitario ha alertado de que la tardanza en la presentación de los planes podría suponer que no se consiga la calidad del agua necesaria.
La Comisión considera que la legislación española que incorpora la directiva marco del agua «sigue presentando varias deficiencias, sobre todo en lo relativo a los planes hidrológicos de cuenca».
En concreto, España aplica algunas de las obligaciones dispuestas en dichos planes únicamente a los ríos que discurren por más de una región y no a los situados enteramente en el territorio de una sola región, según Bruselas. Las obligaciones en cuestión se refieren a asuntos tales como las condiciones aplicables a la concesión de excepciones, las aguas utilizadas para extraer agua potable y el control del estado ecológico y químico de las aguas superficiales.
«Por lo tanto, harán falta nuevas leyes para garantizar el pleno cumplimiento de la directiva por parte de España», ha dicho la Comisión en un comunicado.
La directiva marco del agua es el «instrumento fundamental» de Europa para preservar la calidad de sus aguas. Obliga a los Estados miembros a proteger y recuperar todas las masas de aguas superficiales y subterráneas (ríos, lagos, canales y aguas costeras) para conseguir un buen estado de las mismas en 2015 a más tardar.
La norma obligaba a los Estados miembros a presentar un plan hidrológico para cada cuenca fluvial para diciembre de 2009. Los planes hidrológicos de cuenca aportan un panorama completo de los problemas principales de cada cuenca y deben incluir las medidas concretas necesarias para alcanzar una serie de objetivos de calidad medioambiental. De aplicarse excepciones, deben motivarse convenientemente.