El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aseguró que buscará el consenso, también con Cataluña, para aprobar el futuro Plan Hidrológico Nacional (PHN), uno de cuyos principales escollos es el caudal ecológico del Ebro, río que, ha reconocido, no tiene recursos excedentarios. Cañete presidió en Zaragoza la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua de Aragón, un programa de actuaciones hidráulicas aprobado en 1992 y que incluía la ejecución de 145 obras con un presupuesto de 3.202 millones de euros y que está ya ejecutado al 47,25 por ciento, según ha dicho el ministro. Después de la reunión, Cañete ha reconocido que el «mayor problema» del Gobierno de España a la hora de elaborar el nuevo Plan Hidrológico Nacional es el Ebro, en tanto en cuanto el Plan de la Cuenca del Ebro fue aprobado con el rechazo de Cataluña a pesar de contar con el apoyo de las otras ocho comunidades autónomas de la cuenca.
Cañete ha asegurado que en la nueva planificación hidráulica de España buscará el consenso y, sin referirse expresamente a un hipotético trasvase del Ebro, ha apuntado que «el mayor problema» con este río es la exigencia de Cataluña acerca de los caudales ecológicos.
Cataluña pide un caudal de más de 9.000 hectómetros cúbicos, cuando el río, en la actualidad, tiene unos 3.300, pero el ministro confía en alcanzar un acuerdo al respecto.
«El Ebro no contiene recursos excedentarios, pero hay una comunidad autónoma que los exige», ha dicho en referencia a este caudal.
Las decisiones se tomarán con "base científica y no emocionales"
Cuando haya «bases científicas» y no solo «emocionales» para determinar este caudal en la planificación hidrológica nacional, se tomará una decisión al respecto que, ha insistido, será «por consenso».
Además, Cañete ha recordado que en la planificación hidrológica del Ebro se ha «respetado» lo que dice el Estatuto de Autonomía de Aragón sobre la reserva hidráulica para la comunidad, fijada en 6.550 hectómetros cúbicos.
También se ha referido al rechazo de Aragón a la ley de Evaluación Ambiental y a los recientemente aprobados planes hidrológicos del Júcar y del Segura, que incluyen «determinadas fórmulas», a petición de los regantes, para dar seguridad jurídica a los trasvases de estos ríos.
No se está preparado "una cobertura a futuros trasvases"
Eso no significa, según el ministro, que se esté preparando una legislación para dar cobertura a futuros trasvases, por ejemplo uno del Ebro, sino a los que ya existen, y ha estimado que el rechazo de Aragón a estos planes se debe a la «hipersensibilidad» que existe en la comunidad en materia de agua, y no a una amenaza real de una trasferencia de caudales.
Por su parte, el presidente de las Cortes de Aragón y de la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua de Aragón, José Ángel Biel, ha recalcado que cuando se plantee en su día la redacción del PHN, éste no será posible sin consenso, y Aragón nunca le dará su apoyo si incluye un trasvase del Ebro.
Por otro lado, el ministro ha detallado el estado de las obras del Pacto del Agua de Aragón, de las que hay diez en ejecución, con un presupuesto de 753 millones -450 de ellos ya invertidos- y 22 en fase inicial por 14,63 millones.
En concreto, ha mostrado su satisfacción por la adjudicación definitiva del embalse de Almudévar, cuyo proyecto se elaborará este año, para ejecutar una primera inversión de diez millones de euros en 2015 y que pueda estar concluido en 2018. Y también por la reciente licitación del embalse de Biscarrués, que podría ser adjudicado «de forma inmediata».
Finalmente, respecto a Mularroya, ha recordado que se está tramitando una nueva declaración de impacto ambiental después de que la Audiencia Nacional rechazara la anterior, y que hay previstos 6,8 millones de euros en los presupuestos de 2014 para continuar las obras con el objetivo de garantizar la seguridad de la presa.