El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, inauguró ayer la 53 edición de la Feria Regional del Campo. Acompañado por la presidenta regional de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, y otras autoridades políticas locales, provinciales y regionales, aseguró que «Fercam se celebra en un buen momento para el campo español», ya que el sector agroindustrial «está demostrando ser puntero en el mundo de las exportaciones y uno de los más dinámicos de la economía». Asimismo, recordó que «las exportaciones han crecido por encima del nueve por ciento con respecto al año anterior», por lo que «nuestra balanza comercial es positiva».
Durante su intervención, el titular de Agricultura resaltó la importancia que ha tenido la negociación de la Política Agraria Común (PAC). Subrayó que ha sido una buena negociación, que ha conseguido que ganaderos y agricultores «tengan un horizonte de estabilidad presupuestaria hasta 2020». Así, detalló que se contará con más de 47.000 millones de euros de apoyos, más de 35.0000 millones para ayudas directas, además de 8.000 millones para políticas de desarrollo rural y más de 4.000 millones para medidas de mercado, por lo que «el 30 por ciento de la renta agraria estará cubierto por unas ayudas comunitarias seguras, estables y permanentes».
Así, apuntó, que ante «las señales de pesimismo que se están lanzando desde el Partido Socialista al campo», el Gobierno quiere ofrecer «optimismo», pues «es el único sector de la economía española que tiene garantizados unos apoyos presupuestarios que van a estar en la banda de los 7.000 millones de euros por año en los próximos siete años»: «Ningún sector de la economía tiene esa garantía», apuntó. En este mismo sentido, Arias Cañete reiteró «que existe la seguridad de que los ganaderos y agricultores van a seguir recibiendo los mismos apoyos que en el pasado y que no habrá pérdidas ni para el sector ni para las comunidades autónomas».
Destacó además que la nueva PAC «mejorará producciones claves en Castilla-La Mancha como es el sector del vino», donde se ha conseguido «dos avances fundamentales» como es el hecho de que a olivares y a viñedos no se les exija requisitos adicionales para percibir las ayudas agrarias», así como el hecho de haber corregido uno de los grandes errores de los socialistas que «establecieron la libertad absoluta de plantaciones a partir de 2015»: «En un momento en el que nos preocupa el posible excedente del vino, el haber firmado una liberación del sector era una absoluta insensatez».
Mostró su satisfacción por estar en Fercam, muestra «que se ha abierto un espacio entre las ferias de referencia agroganaderas y de maquinaria agraria en España» con «más de 180 expositores y con ejemplares del sector caprino y bovino de una altísima calidad». Así, declaró que «se trata de un sector con futuro», pues «los ganaderos y los agricultores de Castilla-La Mancha son verdaderos empresarios dinámicos que conocen su faena y que van a apostar por los mercados de exportación con productos de una reconocida calidad a nivel mundial». Por ello, prosiguió, ahora las administraciones tienen que trabajar por aprovechar las ayudas comunitarias y conseguir «un sector más competitivo en la economía española para que sea el motor del crecimiento económico en la generación de empleo», apuntó.