Es agua limpia que viene de Balazote, inundado, de Lezuza, de Tiriez, de la sierra, y que tiene que ir a juntare al río caca… No es para dar crédito. En tiempos de crisis, con el cambio climático, con los años tan duros de sequía, pasados, y para un año bueno que tenemos, resulta que ningún político mueve un dedo para tomar alguna medida al respecto, en defensa de nuestros intereses. Los políticos dirían: «Según la normativa, este canal pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar y no se puede tocar ni una gota» y un albaceteño y el sentido común dirían que ¡El agua es de todos!, también de los lugares por donde pasa… y así tal y como están las cosas el agua no es contra otros partidos, que ocuparse de los problemas de a pie.
En este caso, parece que la preocupación medioambiental, brilla por su ausencia. Y si no que alguien, desde nuestro Ayuntamiento, que tenga la amabilidad, por ejemplo, de explicar a sus conciudadanos , cuales fueron las conclusiones y las medidas a aplicar en Albacete, como consecuencia de la Asistencia de nuestra estimada alcaldesa a la pasada cumbre contra el cambio climático de Copenhague.
Es de exigir a nuestros representantes, a los cuales hemos votado, que tengan los pies en la tierra y que defiendan nuestras necesidades para que vivamos en un «entorno sostenible», como dicen ellos, y no es desierto y si no al tiempo. Ya vendrán otra vez los calores y los años secos y nada, otra vez, sin agua como hace más de treinta años. Esto es como el cuento de la cigarra y la hormiga, solo que aquí no tenemos cigarra y más que políticos, lo que tenemos es hormigas, horadado y dejando huecos por todas partes.