El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, afirmó ayer que la derogación del trasvase del Ebro del Plan Hidrológico Nacional creó “desconfianza y desconcierto” y que “fue el germen que motivó el enfrentamiento territorial y la insolidaridad que vivimos hoy”.
El consejero murciano hizo estas declaraciones en el transcurso de su intervención en el Club Siglo XXI, donde participó en un debate coloquio sobre agua junto a María Encina, consejera de Obras Públicas de Castilla-La Mancha, José Ramón García Antón, consejero de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad Valenciana y Jaime Palop, director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente.
El responsable del Agua de la Región apeló a la Constitución y al modelo creado en todo el siglo XX con el Plan Hidrológico Nacional para recuperar “el consenso y la participación” ,y criticó “la falta de política del agua y de parches que plantea el Gobierno socialista en su política actual ”.
“La derogación del trasvase del Ebro fue el mayor atentando político que han sufrido las regiones del Mediterráneo y sus legítimas expectativas de desarrollo sin ningún razonamiento técnico, económico y ambiental. Tras la derogación de este trasvase y el cuestionamiento de otras iniciativas como el Tajo-Segura, no parece percibirse un modelo conceptual coherente que restituya la unidad de acción desarrollada en los últimos veinte años conforme a la ley de 1985”, dijo el consejero murciano.
Los blindajes y las caducidades
“Estamos sufriendo una verdadera anarquía del agua cargada de propaganda mediática sin intención real de solucionar de manera definitiva un problema que estrangula la agricultura de nuestras comunidades”, dijo en su primer discurso ante los asistentes a este acto.
Cerdá dibujó una Región de Murcia que “depura más que nadie”, que “tiene los regadíos más modernizados de España”, y también, que “paga el agua más cara”, pero añadió, “tenemos un déficit estructural que resolver”.
Para el consejero de Agricultura “el Programa Agua, -alternativo al trasvase del Ebro-, se ha planteado de forma improvisada, sin estudio previo alguno, y con previsiones irreales, reveladoras de una profunda ignorancia de la realidad hídrica de las regiones afectadas.”
Además, afirmó que “el concepto de banco de agua fue introducido en la reforma de la Ley de 1999, y que entonces fue políticamente rechazada por la actual ministra de Medio Ambiente”, y se preguntó públicamente, “¿No hay agua para trasvases (trasvases cero) y sí para los bancos?”
Para el consejero murciano, “no se puede forzar a las Comunidades Autónomas a ir en la dirección de la separación territorial. Asistimos a un desafío político igual que el que está sufriendo el modelo territorial de España”, dijo.
“Blindar los ríos quiebra el concepto de Nación. Un río de carácter nacional e internacional como es el Tajo no es un recurso ajeno a ninguna región de España, y los ríos españoles son bienes de Estado. Los blindajes y las caducidades, sean del Ebro, del Tajo o incluso de los Trasvases, son situaciones ridículas y contrarias al concepto de nación”, concluyó.