El Gobierno de Castilla-La Mancha está estudiando plantear un recurso a la compra de 31 hectómetros cúbicos de agua para riego por los regantes de Murcia a los de Estremera (Madrid), además, la semana que viene tendrá preparado el que presentará contra el último trasvase para riego del Tajo-Segura.
A preguntas de los periodistas en su comparecencia para explicar los acuerdos del Consejo de Gobierno, el vicepresidente segundo de la Junta, Emiliano García-Page, explicó que la próxima semana estará ultimado el recurso del Gobierno regional al trasvase de la cuenca del Tajo a la del Segura de once hectómetros cúbicos para regadío aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 2 de febrero.
Además, añadió que van a estudiar recurrir la operación de compraventa de agua entre los regantes de Estremera y los de Murcia porque la consideran «filosóficamente equivocada», ya que «más allá de que se busquen parches para solventar situaciones de relativa necesidad, no nos parece razonable establecer un mercado del agua como se está planteando».
García-Page dijo que esta política pone de manifiesto «contradicciones y conflictos de intereses en algunos casos bastante despreciables».
«Consideramos que tenemos muchas posibilidades de plantear el recurso y de ganarlo», dijo el vicepresidente segundo, quien se mostró convencido de que «prevalecerá una nueva política de racionalidad en el uso del agua, y el régimen de compraventa de derechos sobre un agua que es de todos resulta chocante».
García-Page aseguró que aunque se pueda entender el apremio de la Administración del Estado para intentar «parchear de mala manera» una situación de este tipo, no se han cumplimentado los procedimientos que establece el decreto ley que pone en marcha el banco público de agua.
En cuanto a la recomendación de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura de derivar 38 hectómetros cúbicos para abastecimiento, el vicepresidente segundo reiteró que la Junta no ha negado nunca el agua para beber, sólo para regadíos.
No obstante, señaló que hasta hace poco tiempo era muy fácil hacer trasvases para regadío, mientras que en la actualidad, «con mucha frecuencia», se atiende la petición de Castilla-La Mancha de que no se hagan trasvases para regadío.
Respecto a la intención de Valencia de paralizar las obras de construcción de una desaladora en Torrevieja, Emiliano García-Page señaló que es una contradicción que digan que necesitan agua y luego pongan pegas a una obra que les garantiza el agua de por vida.
A su entender, lo que quieren es el agua «tirada de precio, y que además la paguemos todos los españoles».