Ni el recurso de inconstitucionalidad del gobierno regional de Murcia, del Partido Popular, ni el millón de firmas que pretenden recoger los regantes del acueducto del trasvase Tajo-Segura van a mover «ni un milímetro» la posición de Castilla-La Mancha, ha afirmado categóricamente el vicepresidente de la comunidad autonómica vecina, Emiliano García-Page. Para el portavoz del gobierno castellano-manchego «lo deseable sería que la gente se echara a la calle para pedir el adelanto de las desaladoras, para tener resuelto el problema del agua como lo pueden tener tecnológica y económicamente en muy poco tiempo» tanto los murcianos como los alicantinos. García-Page, se ha referido en tono crítico a la recogida de firmas emprendida por los regantes de Murcia en contra del fin del trasvase Tajo-Segura, con el objetivo de tumbar el nuevo Estatuto de Autonomía consensuado en las Cortes castellano-manchegas.
El vicepresidente castellano-manchego ha dejado muy claro con estas palabras su rechazo a la pretendida iniciativa legislativa a la que se ha sumado el gobierno del Partido Popular de Ramón Luis Valcárcel, con la intención de que el Congreso de los Diputados rechace el fin del trasvase Tajo-Segura, como propone el Estatuto castellano-manchego.
Para García-Page, «el trasvase Tajo-Segura es una obra en decadencia, problemática, que sólo invita al conflicto entre regiones, que levanta ampollas y que así no pueden seguir las cosas, teniendo como tienen alternativa”.
Quieren agua regalada
García-Page ha dicho que «el problema es que hay gente que teniendo el agua a escasos metros lo que quiere es un agua regalada que paguemos todos los españoles y a costa de que nos falte aquí, en Castilla-La Mancha, de modo que nuestra posición es firme y no nos van a mover un milímetro esa posición».
García-Page ha añadido, en este mismo sentido, que «lo tenemos muy claro y la prueba más evidente de que estamos actuando con paso firme es que cada día van a necesitar elevar un poco más el tono de voz en Murcia para que en España alguien pueda comprender su posición».
Asimismo, ha criticado que en el Levante estén poniendo trabas a las desaladoras lo que ha calificado de «incomprensible» porque «lo verdaderamente importante es que tengan agua, al que tienen derecho, como nosotros, el problema es que en Murcia hay mucha gente que considera que el Tajo es un río de Murcia, incluso hay quien ha dicho en público que el Trasvase Tajo-Segura es un río».
El vicepresidente de Castilla-La Mancha ha afirmado que ‘lo deseable’ sería que en Murcia se recogiesen firmas para pedir que se ‘aceleren’ las obras de las desaladoras, ‘que es un agua -dijo- que no se agota y a la que nosotros no tenemos acceso por estar en el centro peninsular’.
Ha insistido en que ‘le gustaría’ que en el Levante y Murcia la gente se movilizara y ‘se echase a la calle’ para pedir la aceleración de las desaladoras, ‘que es un agua que no se agota y a la que nosotros no tenemos acceso por estar en el centro peninsular (…), en lugar de tener un agua regalada que pagamos todos los españoles’.
Sobre el acuerdo firmado ayer entre por ASAJA Alicante, Almería, Albacete y Murcia para exigir el trasvase del Ebro y reclamar la continuidad del trasvase Tajo-Segura hasta que termine la actual legislatura, el vicepresidente castellano-manchego ha resaltado que la postura de esta organización agraria en Castilla-La Mancha ‘siempre ha sido muy coherente y firme’ y de apoyo a la posición del Gobierno y el Parlamento de esta región.
La UE no quiere trasvase del Ebro
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha salido al paso de las últimas demagógicas declaraciones del presidente del Gobierno regional de Murcia, del Partido Popular, y ha dicho que el Gobierno socialista no derogó el PHN sino el trasvase del Ebro y, de la misma forma que Europa subvenciona ahora todas las obras que lo desarrollan, «no dio ni un euro» para hacer aquella conducción, en la que sólo encontró aspectos negativos.
Narbona ha lamentado el «ejercicio de demagogia que está haciendo el PP una vez más al afirmar que, como el Gobierno «ha derogado» el Plan Hidrológico Nacional (PHN), no se han emprendido las actuaciones que hubieran prevenido las riadas» y que se está «desperdiciando» en el mar el agua que podrían aprovechar Murcia y la Comunidad Valenciana.
El PP no hizo ni una sola obra
La ministra ha recordado que las obras del Pacto del Agua de Aragón, de 1992, «tienen un diseño que ha tenido que revisarse» y que durante los ocho años que gobernó el PP «no se realizó ni una sola» de las ejecuciones de ese pacto. «Ahora se están haciendo y servirán en parte para evitar avenidas, prevenir sus efectos y para que en Aragón se aproveche más agua del Ebro», ha afirmado.
«No solo no derogamos el PHN sino que lo estamos ejecutando. Lo único que se derogó fue el trasvase y no fue un capricho del PSOE sino que la Comisión Europea dijo que ‘no’ a todas las peticiones de financiación que se hicieron, que no daba ni un euro por todos los efectos negativos que tenía, mientras que ahora todas las obras que se están haciendo como alternativa están obteniendo financiación».
Además, ha apostillado, «lo que el PP dice de que ‘se está desperdiciando en el mar un agua que podría ser aprovechada por Murcia y Valencia’, hay que aclarar que es ese agua que está llegando al mar la que permite que exista el Delta del Ebro».
«Si un río se regula excesivamente y no llega agua al mar tiene consecuencias muy negativas, y esa es una de las cosas que la Comisión Europea puso de manifiesto: que no se habían hecho cálculos adecuados sobre la cantidad de agua dulce que tenía que llegar al Delta».
El PP, ha precisado Narbona, «hace demagogia» pero además «está obstaculizando obras del Gobierno, en concreto en Valencia, donde ha paralizado la planta desalinizadora de Torrevieja, y ha habido que recurrir por ello al Tribunal Constitucional, y la alcaldesa de Valencia se niega a que se hagan las inversiones precisas en el área metropolitana».
«No solo están intentando engañar a los ciudadanos con lo del agua que se vierte al mar, sino que intentan que no se desarrolle el Programa Agua, que está siendo el garante de que en este tercer año de sequía en esas zonas no haya habido restricciones y no se haya resentido el turismo», ha agregado.
Río o cañería
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, recalcó que el Ebro es un río y no una «cañería», al tiempo que recordó que los ríos «no pierden agua, sino que desembocan en el mar». Llamazares señaló que el ciclo del agua es «muy importante», y afirmó que él no es el «único» que opina que no debe haber trasvases entre cuencas, sino que los ríos deben «desembocar en el mar de manera natural».