TOLEDO. El Gobierno de Castilla-La Mancha, presidido por José María Barreda, reprochó ayer a la vecina Comunidad de Madrid que no vigile la calidad del agua que llega al Tajo porque, si este río «está como está es porque una parte importante se va a otro sitio y también porque lo que nos llega como agua depurada es más que discutible, por lo que deberían mandar el mejor agua al Tajo».
De esta forma el vicepresidente segundo y portavoz de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, respondía a las declaraciones realizadas ayer por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que criticó a Castilla-La Mancha por «regar a manta».
La presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró que la Región de Murcia «tiene una economía pujante y unos regadíos absolutamente productivos, todos ellos con sistemas de goteo que consumen una cantidad pequeñísima, comparado con los riegos a manta que está habiendo ahora por inundación en grandes partes de Castilla-La Mancha».
«La palabra «manta» es polisémica -dijo el portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha- y hay muchas declaraciones ´manta´ y también mucha gente «manta»», por lo que recomendó a Esperanza Aguirre que se preocupe de enviar agua limpia al Tajo.
Poner en aprieto
Así, el portavoz del Gobierno regional instó a la presidenta madrileña a «informarse» porque la región es la Comunidad que tiene «el mayor grado de optimización en sus regadíos», con el 92 por ciento.
Además, García-Page aprovechó para arremeter contra la candidata del Partido Popular a la Junta, María Dolores de Cospedal, ya que afirmó que estas palabras de Aguirre ponen «en un aprieto considerable» a la que fue consejera de Transportes del Ejecutivo madrileño y actual presidenta del Partido Popular en la Comunidad autónoma, aunque aclaró que esta última firmó un acuerdo que dice «lo contrario» que señala Aguirre.