La Junta Central de Regantes la Mancha Oriental y la empresa Unión Protección Civil han obtenido resultados prometedores en la prevención de robos con un dispositivo piloto de vigilancia privada
Las labores de vigilancia se parecen mucho a los sistemas básicos de defensa del baloncesto, individual o en zona. Hay quien opta por marcar, uno a uno, a cada adversario y hay quien opta por defender una zona específica de la cancha.
Dispersos por toda la provincia de Albacete, hay miles de casetas eléctricas, pivots, aspersores y decenas de miles de kilómetros de cables eléctricos. Ponerle vigilancia a cada uno de ellos es materialmente imposible, además de totalmente antieconómico.
No hay guardias civiles, policías nacionales, municipales o guardias jurados suficientes en toda España para asumir esta tarea. Ni presupuesto suficiente para ponerle una cámara o una alarma a cada instalación o infraestructura de riego.
Estas circunstancias las saben muy bien los grupos organizados de ladrones que, aprovechándose de la dispersión de estos equipos, se han dedicado a saquearlos desde que el precio del cobre empezó a ponerse por las nubes, una plaga que empezó hace ya casi una década.
Pero que sea difícil luchar contra esta plaga no significa que sea imposible. Hace ya un año, la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo) y la empresa Unión Protección Civil decidieron aplicar una táctica diferente en una zona piloto situada en una pedanía albaceteña, Tinajeros.
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