Ecologistas en Acción (EA) indicó que la decisión tomada por el Consejo Científico de la Unesco de conceder una moratoria a la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda supone que «tras un paréntesis de medio siglo se abre una nueva etapa para el conjunto de estos espacios naturales».
Hernández, portavoz de la organización ecologista, señaló que valora la moratoria de la Unesco para que Las Tablas de Daimiel conserven su catalogación puesto que «no se podía hacer algo mejor, pero tampoco se podía confiar en dar un cheque en blanco a las administraciones».
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel está incluido en el entorno de La Mancha Húmeda, declarado Reserva de la Biosfera en 1980.
El Consejo Científico de la Unesco en España evaluó la posibilidad de retirar la catalogación y acordó otorgar una moratoria, hasta 2011 para estudiar las medidas que se propongan para su recuperación y hasta 2015 para comprobar si surten efecto.
En su reunión en el Ministerio de Medio Ambiente, el Consejo Científico -órgano encargado de asesorar al Comité MAB de la Unesco- debatió un informe suyo previo que fue elaborado después de que varias ONG españolas pidieran al organismo de las Naciones Unidas la descatalogación.
Pérdida de recursos
Las Tablas de Daimiel y los humedales de la cuenca alta del Guadiana han perdido en las últimas décadas la práctica totalidad de los elementos naturales que le proporcionaban su singularidad, debido principalmente a la agricultura de regadío en la zona y a los pozos ilegales en el Acuífero 23.
Para el portavoz de los conservacionistas esta decisión cierra el ciclo pernicioso que se inició en 1956 cuando se promulgó la ley que proponía desecar los humedales, «cuando empezó a escribirse el final» para Las Tablas de Daimiel .
Por ello, tras 52 años, «se abre una nueva etapa ilusionante que pone las bases más serias para que la Reserva de la Biosfera encuentre su camino y sea una realidad». Para Hernández la moratoria de la Unesco es «la ocasión que hemos anhelado todos estos años».
«Ahora tenemos que esforzarnos todos, y especialmente las administraciones, para que con herramientas como la Directiva Marco del Agua y el Plan Especial del Alto Guadiana se puedan cumplir los objetivos que propone el Consejo Científico para solucionar este problema», añadió.