Ecologistas en Acción de Guadalajara consideró hoy «inaceptable» la campaña del Gobierno regional a favor de la caducidad del trasvase Tajo-Segura, para convertirlo en el trasvase Tajo-Llanura Manchega, disimulándolo como «un envío de agua para recuperación de los humedales manchegos y el acuífero 23», proyecto englobado en el denominado Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
Según informó el colectivo en nota de prensa, con un «discurso demagogo, hipócrita y contradictorio, el señor Barreda sigue prometiendo a los sectores agrícolas e industriales, a pueblos y ciudades de Cuenca, Albacete y Ciudad Real, un agua que llegará. ¿Y Toledo y Guadalajara, qué?», se pregunta Ecologistas en Acción.
Para los ecologistas, el objetivo del Gobierno regional es seguir «esquilmando» el agua de la cabecera del Tajo, para fomentar los mismos usos que critica para el trasvase Tajo-Segura, un urbanismo y una agricultura «insostenible» en zonas carentes de agua. Para ello se seguirá derivando agua del Tajo para abastecer proyectos de campos de golf, urbanizaciones y regadíos, en la Manchuela y La Mancha.
Con el pretexto del suministro urbano, la denominada tubería manchega se ha creado para abastecer los campos de golf del Reino de don Quijote y otras poblaciones con supuestos problemas de abastecimiento, proyectos todos ellos que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha apoya, promueve e, incluso, a veces, declara de Interés Regional.
Asimismo, Ecologistas lamenta la situación de los 60.000 pozos ilegales que extraen 400 hectómetros cúbicos al año del Acuífero 23, «con el pleno conocimiento y consentimiento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana», y que en los últimos 30 años, ha provocado infinidad de problemas, sobre todo, en las comarcas de la Mancha, Manchuela y Campo de Montiel.