Para los ecologistas albaceteños parte de la solución en el caso del Júcar pasa porque no se permitan realizar nuevas extracciones mientras que no se habilite una reserva estratégica en Alarcón de 250 hectómetros cúbicos. Esa es al menos una de las propuestas que elevarán en la negociación de la revisión del Plan Hidrológico del Júcar, según indica Escribano. «Ahora mismo no se deberían tocar en absoluto los recursos de Alarcón», añade el representante de la organización ecologista, a la par que pide que no se avance hacia nuevos abastecimientos.
Otra de las piezas que los ecologistas consideran esencial es el acuífero de la Mancha Oriental. De hecho advierten por activa y por pasiva que «pedirán la sobreexplotación y que se vaya a un nivel de extracciones cero».
Desde la organización ecologista cifran además en torno a un 50% la bajada que han sufrido los niveles de precipitación en la cuenca alta del Júcar en los últimos 15 años. Una situación que achacan, según Escribano, al cambio climático, a malas reforestaciones y a las modificaciones que se han realizado en los cauces naturales.
La situación en la cuenca del Segura, a juicio del portavoz de Ecologistas en Acción, es incluso peor.
«En el Segura la situación de alarma es permanente», señala asegurando que se trata de una cuenca sobreexplotada tanto en lo que se refiere a las aguas superficiales como a las subterráneas.
No obstante, Escribano destaca lo que considera un avance. Y es que en el proceso de revisión de los planes hidrológicos, la cuenca del Segura va mucho más avanzada que la del Júcar.
La solución en uno y otro caso para los ecologistas no viene dada por un buen año en cuanto a la pluviometría. «Hay que reservar y planificar con otra mentalidad», afirma.