Ni regantes ni organizaciones ecologistas ven con buenos ojos que un miembro del PAR presida la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El propio presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, expresó ayer su temor por las consecuencias que pueda traer una «politización» de las direcciones de las confederaciones hidrográficas.
De hecho, así se lo han hecho saber al propio ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, a quien advirtieron que «ningún representante nacionalista debe ser presidente de una cuenca de aguas intercomunitaria porque sus decisiones responderían más a criterios políticos y localistas en lugar de técnicos y de interés general».
También desde Ecología y Desarrollo fueron reacios ayer a que esta posibilidad se materialice. «Solo una persona que se sitúe por encima de la realidad concreta de una comunidad puede tener una visión general de la cuenca que garantice su gestión integral», indicaron. Asimismo, indicaron que la solvencia técnica en materia hídrica «puede ayudar a alejar el debate del agua de los ataques partidistas».