Lamentablemente, habrá un día en el que ya no se podrá pescar en los ríos de la comarca. De momento, los ríos ya están avisando. Según revela el informe de 2007 sobre el estado de los ríos de la Demarcación Hidrográfica del Júcar (DHJ), elaborado por Projecte Rius-Fundación Limne, «el 38% de los ríos presenta síntomas de enfermedad».
Para ello, basta con pasear por algunos de los tramos del Júcar para comprobar la gran cantidad de residuos (plásticos, papeles o latas, entre los más comunes) que alberga el río. La gravedad de la situación parece ser más alentadora si se manifiesta que sólo el 15% de los tramos analizados por los voluntarios del Projecte Rius-Fundación Limne está «sano». Esto es, sin elementos tóxicos y contaminantes.
Los resultados del informe derivan de la labor que han hecho más de 400 voluntarios de la comarca durante el otoño de 2007, en diversos tramos de río que han escogido los propios grupos. Para 2008, al control del río durante el otoño, se ha añadido otro en primavera.
Entre los parámetros evaluados para comprobar el estado de los ríos, se encuentran el Ph, el nivel de nitratos y de carbonatos. Conviene señalar que una gran parte de las inspecciones muestran que el río posee una concentración de nitratos de cero miligramos por litro.
Sin embargo, en algunos tramos el nivel de este elemento es muy superior al permitido por la Comisión Europea para el consumo humano. Por no hablar de los efectos devastadores que ha tenido sobre algunas especies de peces.
Sobre la disminución de ejemplares en el Júcar, saben bien los numerosos aficionados a la pesca. Una pérdida que cada vez está siendo más acentuada desde que se inició durante la década de los ochenta. «Madrillas, pelaets, pencas… y también las anguilas», señala Robert, un gran aficionado a la pesca.
La degradación del estado de los ríos y de la vegetación de ribera en la comarca se ha notado también en las especies que tradicionalmente tenían su hábitat en sus márgenes. Es el caso de las ranas y las serpientes, «un bio-indicador certero del estado de salud de los ríos», como manifiesta Robert.
Ciertamente, la «mala salud» a la que se refiere Projecte Rius en su informe se puede percibir más allá del flujo del ríos. El 50% de los bosques de ribera analizados presentan una «alteración importante» de su vegetación asociada y un 41% están «muy degradados». La conclusión no puede ser más preocupante. En los ríos de la cuenca del Júcar el estado de su vegetación es aún mucho peor que el de sus aguas.
Justamente, fue su preocupación por el grave estado de salud de los ríos una de las razones por las que se constituyó en 2007 la asociación Projecte Rius-Fundación Limne, con el objetivo de estimular y potenciar el trabajo de voluntariado ambiental y la participación ciudadana relacionados con la conservación del patrimonio ambiental.
La misma finalidad de promoción les ha llevado a organizar la I Trobada de la fundación, que se celebrará hoy en Villanueva de Castellón, una de las localidades de la comarca que cuenta con mayor número de voluntarios.
Desde las diez de la mañana, los vecinos que se acerquen hasta la Plaza del Ayuntamiento de la localidad podrán conocer cuales son los proyectos e iniciativas que se están llevando a cabo desde Limne.