Pese al buen resultado, la Confederación extrema la vigilancia en el canal Tajo-Segura, el río Valdemembra, el Canal de María Cristina y las playas fluviales de Alcalá y EnguídanosE.F.
La calidad del agua superficial del río Júcar en sus tramos medio y alto es «buena» o «muy buena», de acuerdo con el índice calidad general (ICG)calculado por la confereración hidrográfica.
Este índice se ha calculado a través de los datos proporcionados por 118 estaciones de control repartidas por toda la cuenca hidrográfica, que han tomado muestras para analizar hasta 23 parámetros diferentes del agua. Los últimos resultados se actualizaron a fecha de 30 de junio de este año.
En general, y conforme a los datos del ICG, el organismo de cuenca considera que el Júcar, en sus tramos alto y medio, esto es, la parte manchega de la cuenca, tiene buena calidad. Pero también identifica hasta cuatro puntos que exigen extrema la vigilancia, porque se han detectado problemas en algunos parámetros.
Para ser exactos, son el canal del Trasvase Tajo-Segura, que aprovecha parte de las infraesrtructuras de la CHJ en su recorrido; la playa fluvial de Enguídanos, sobre el río Cabriel; la playa fluvial de Alcalá del Júcar, el río Valdemembre, en Tarazona de la Mancha y el Canal de María Cristina, este último en el término municipal de Albacete, en la capital provincial.
También hay que subrayar que, como parte del cálculo del ICG, la Confederación del Júcar detecta problemas de diversa índole, desde leves a muy graves, en más de medio centenar de puntos diferentes de toda la cuenca.
En el caso del canal del trasvase Tajo-Segura, el principal problema son los sulfatos, que registran concentraciones de entre 209 y 275 miligramos por litro.
Las playas fluviales del Júcar manchego que presentan algún tipo de problema son, según el ICG, la de Enguídanos, con calidad «deficiente» y la playa de Alcalá del Júcar, que presenta una concentración de clorofila (52 microgramos por litro) y de bacterias del género coliforme.
No obstante, la propia CHJ puntualiza que la presencia de estas bacterias es un problema «muy extendido» en el ámbito de la cuenca, y que si se excluyese del cálculo del ICG, sus valores mejorarían de forma notable.
En lo tocante al río Valdemembra, en el término de Tarazona de la Mancha, presentaba concentraciones elevadas de amonio, amoniaco no ionizado, cliformes, nitrios y oxígeno disuelto.
Estos mismos problemas, en términos generales, también se detectan en el Canal de María Cristina, en su confluencia con el río Arquillo. En este sentido, recordar que, desde hace ya varios años, el organismo de cuenca y el Ayuntamiento de la ciudad de Albacete trabajan conjuntamente para recuperar esta zona.