Los agricultores temen más a la sequía que a las bajas temperaturas, ya que estas últimas se consideran «normales» para la época del año en que nos encontramos. Según las organizaciones agrarias Asaja y UPA de Albacete, las mínimas en los termómetros, que llegaron a situarse el pasado sábado en 8,4 grados bajo cero -según la Oficina Meteorológica de la Base Aérea de los Llanos-, no son tan preocupantes como la escasez de lluvias, que si persiste afectará a la siembra de cereales y leguminosas.
«La sementera se ha paralizado porque la tierra no tiene la suficiente humedad», explicó ayer el presidente de Asaja Albacete, José Pérez Cuenca, quien indicó que si llueve en los próximos días, tal y como anuncian las predicciones meteorológicas, «las cosas se mejorarán». En el mismo sentido se pronunció el secretario provincial de UPA, Julián Morcillo, señalando que «estamos en unas fechas en que los hielos vienen a ser normales y los cultivos se encuentran más o menos adaptados», aunque mostró su preocupación porque «el año está siendo muy seco, sobre todo para la siembra».
El representante de UPA Albacete explicó, no obstante, que las bajas temperaturas pueden haber repercutido «un poco» en el rendimiento del olivar, ya que el fruto está a punto de recogerse. Respecto a este cultivo, Morcillo recordó que, después de dos años en los que las heladas han hecho estragos, el olivar de la provincia «comienza a recuperarse».
Señaló que en las zonas donde hubo que cortar árboles por la cruz «la producción este año va a ser aceptable», refiriéndose en concreto a las comarcas de la Sierra de Alcaraz y Mancha, que es donde se concentra la mayor parte del cultivo. Por lo que respecta a la zona de La Manchuela y Almansa, donde las heladas causaron daños el año pasado, para esta campaña aún no se espera que los árboles entren en producción, manifestó el representante de UPA.
Por su parte, el presidente provincial de Asaja, José Pérez Cuenca, afirmó respecto a las bajas temperaturas y la falta de lluvias que «no siempre son malas», y puso como ejemplo el maíz, que se está cosechando ahora en la provincia, y al que según dijo le viene bien esta situación climatológica ya que «le quita humedad al grano». Pérez Cuenca también indicó que, en líneas generales, sería mucho peor para el campo un tiempo primaveral que el frío típico de noviembre.