El Comité Económico y Social Europeo (CESE) se ha posicionado a favor de los trasvases de agua entre cuencas excedentarias y deficitarias, siempre que estén controlados y no causen despilfarros. Asimismo, detecta problemas aún no resueltos en la desalinización y la reutilización de aguas, como los altos cortes energéticos y la acumulación de contaminantes. En la práctica, este organismo anima a la Comisión Europea a que se realicen trasvases.
El CESE es un órgano consultivo de la Unión Europea con más de 50 años de antigüedad y cuyos miembros representan un amplio abanico de intereses económicos, sociales y culturales, desde empresarios hasta ecologistas, pasando por agricultores, ONG y consumidores. Elabora dictámenes sobre las propuestas legislativas de la UE. En este caso, el 30 de mayo aprobó su informe sobre la escasez de agua y la sequía en el territorio de la Unión, como respuesta al documento base presentado por la Comisión Europea, que está siendo sometido ahora a un amplio debate social y político antes de que se tome una decisión final.
Menos cautelas
Frente a las cautelas a los trasvases que formula la Comisión, este organismo mantiene una postura más abierta. «No hay motivo para rechazar a priori los trasvases de caudales, siempre y cuando se hagan de manera controlada para evitar actitudes despilfarradoras respecto de un recurso, el agua, cuya gestión debe estar permanentemente orientada al ahorro y utilizar técnicas más avanzadas de control del consumo», señala el dictamen al cual ha tenido acceso este periódico. En este punto, el dictamen hace referencia a la audiencia pública celebrada en Murcia en abril, donde «se constató que este tipo de técnicas con un uso razonado y razonable del agua ya está disponible en el mercado. Además, los cultivos y la plantación de árboles permiten luchar contra la desertificación».
En este sentido, el CESE «pide» a las autoridades comunitarias «que examinen las posibilidades de llevar a cabo trasvases interregionales de caudales. Incluso desde una perspectiva europea, los trasvases a partir de cuencas excedentarias hacia otras deficitarias pueden resultar convenientes, por ejemplo con vistas a la autosuficiencia agrícola, con la condición de que los usos dados al agua en la cuenca receptora sean eficaces y de bajo consumo».
Al analizar la desalinización, apunta que esta opción plantea dos tipos de problemas: el elevado consumo energético y las pegas medioambientales debido a «los subproductos y la mezcla de concentración de sales». También ve deficiencias en la reutilización «debido a la acumulación de productos contaminantes a lo largo de los ciclos de reutilización».
Agua más cara
Propone el CESE más programas de investigación, como el desarrollo de la desalinización solar, y nuevas técnicas para ahorrar agua. Plantea la posibilidad de reinyectar caudales en las capas freáticas mediante el revestimiento de las vías urbanas, así como habilitar grandes almacenes subterráneos.
El Comité Económico y Social plantea otras novedades sobre el precio del agua. Coincide con la Comisión en que deben aumentar las tarifas y mejorar los mecanismos de medición y registro. El CESE no es partidario de que en algunos países se cargue a los consumidores urbanos los costes de preservación de caudales, en beneficio de los usuarios agrícolas e industriales.
Propone igualmente que cuando la demanda de agua para usos urbanos sea estacional, como ocurre en los lugares de vacaciones, deben establecerse tarifas diferenciadas. «Eso introduciría un elemento de justicia entre los residentes y los veraneantes por lo que se refiere al reparto de los costes fijos del sistema».