La Junta de Portavoces del Congreso acordó ayer dejar para la próxima legislatura la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, que llegó a la Cámara el pasado mes de febrero pactado por el PSOE y el PP en esa comunidad.
Según se informó a Europa Press en fuentes parlamentarias, los grupos mayoritarios y las minorías han preferido posponer ese primer debate del Estatuto castellanomanchego dado que no había seguridad de que diera tiempo a completar la tramitación en los pocos meses que quedan de legislatura.
Así las cosas, sólo quedan dos reformas estatutarias con opciones de aprobarse antes de la disolución de las Cortes y las elecciones generales: las referidas a Canarias y Casilla y León.
El debate del Estatuto canario, que llevaba más de seis meses congelado en el Congreso, arrancará por fin hoy con la constitución y tradicional «foto de familia» de la Ponencia de la Comisión Constitucional encargada de su tramitación. Este Estatuto llegó al Congreso en septiembre de 2006, con el apoyo de PSOE y CC y la oposición del PP. No llegó a debatirse en el Pleno del Congreso hasta el pasado mes de febrero, donde se repitió la misma división e incluso la ponente del Grupo Popular llegó a tachar la reforma de «nacional-socialista».
Las elecciones autonómicas cambiaron la situación y Coalición Canaria pactó el gobierno canario con el Partido Popular y juntos registraron en junio un elevado número de enmiendas parciales que introducen importantes cambios en el texto inicial. El PSOE expresó sus dudas sobre esta alianza y anunció condiciones para permitir la aprobación de la reforma.
En esta tesitura, y con el periodo estival de por medio, el Estatuto canario se había dejado aparcado en el Congreso. Finalmente, el presidente de la Comisión Constitucional, el socialista Alfonso Guerra, ha decidido convocar la primera reunión de la Ponencia, aunque los grupos parlamentarios admiten serias dificultades para cerrar un acuerdo en el breve plazo de tiempo que resta para que acabe la legislatura, dado que las diferencias se sitúan en temas clave como el sistema electoral.
Paralelamente, esta tarde finaliza el plazo de enmiendas parciales al Estatuto de Castilla y León, una reforma en la que hay consenso entre las dos fuerzas mayoritarias y que podría acelerar así su tramitación.
De hecho, si se cierra el plazo de enmiendas del texto castellanoleonés, en un breve plazo de tiempo se podría convocar la Ponencia, y en el Grupo Socialista no descarta que esta discusión pueda anteponerse a la del Estatuto canario.
Eso sí, ese adelanto supondría romper la regla no escrita que ha regido hasta ahora para aprobar las reformas estatutarias siguiendo el orden de llegada a la Cámara Baja.