Parece que el Congreso de los Diputados va a recoger el ‘guante’ que se ha lanzado desde Castilla-La Mancha para lograr un Pacto Nacional del Agua. Así se solicitó en una resolución unánime aprobada por las Cortes regionales en el pasado Debate sobre el Estado de la Región, y también lo reivindicó el presidente autonómico, José María Barreda, cuando subió a la tribuna el 14 de octubre en el debate de la toma en consideración en las Cortes generales del proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía.
El portavoz de los diputados nacionales socialistas, José Antonio Alonso, explicó ayer la intención de su Grupo de impulsar la creación de una Subcomisión que derive en un Pacto nacional que supere los criterios «partidistas» y las «diferencias territoriales» que ha suscitado esta cuestión en los últimos años. Este anuncio llega precisamente cuando el Estatuto castellano-manchego está en proceso de enmiendas en la Cámara Baja. Entre su articulado se recoge la caducidad del trasvase Tajo-Segura, algo que ha reabierto la ‘guerra del agua’.
Quizá para superar ese ‘escollo’, el Congreso de los Diputado comience a trabajar para lograr un Pacto nacional del Agua, un objetivo que contentaría a los representantes de Castilla-La Mancha. Así lo han manifestado anteriormente y siempre que garantice agua suficiente para la región tanto en cantidad como en calidad. Con estas palabras defendió Barreda esta vía en el Congreso: «Estaríamos de acuerdo en apoyar un Pacto de Estado que, dejando atrás polémicas sobre los planes anteriores, y sin que nos condicionaran, capaz de abordar la cuestión con vocación de encontrar soluciones globales desde las posibilidades que ofrecen el presente y el futuro».
El portavoz de los socialistas en el Congreso manifestó ayer que todavía se desconocen las fechas de cuándo podría empezar a funcionar este nuevo órgano, dado que todavía tiene que recabar la información del resto de formaciones politicas sobre la Subcomisión de Agua. Una vez creada, su misión será la de estudiar un modelo global y de Estado de gestión del agua. Uno de los objetivos ya lo expresó ayer José Antonio Alonso, que confía en alcanzar una solución «coherente» que evite enfrentamientos entre comunidades autónomas.
«una bendición». Mientras el Congreso de los Diputados abre nuevos foros para discutir la política hidrológica de España, la reforma del Estatuto de Autonomía sigue su proceso. El portavoz de los diputados socialistas, pero en este caso de las Cortes regionales, Santiago Moreno, expresó ayer que la nueva ampliación del plazo de enmiendas es una «bendición». En su opinión, lo «deseable» es que las enmiendas se presenten cuando los partidos políticos estén de acuerdo, de ahí que acepte como una ‘buena señal’ la prórroga. «De lo contrario, a lo que asistiremos es a una guerra de la que nadie saldrá beneficiado», alertó.
Moreno confía en que los Grupos parlamentarios alcancen un consenso para que el Estatuto salga como se aprobó en Castilla-La Mancha de la ‘criba’ del Congreso. También habló ayer de las reivindicaciones de la región para participar en los órganos de gestión de cuenca de los ríos. La propuesta es que cada comunidad tenga el peso que le corresponda en proporción con el ‘porcentaje’ de cauce que discurra por su territorio. El objetivo, «hacer de la gestión del agua una adecuación al Estado de las Autonomías».