Las duras críticas del consejero de Agricultura de Aragón, el socialista Gonzalo Arguilé, a la ministra Cristina Narbona por el escaso avance de las obras hidráulicas pendientes en Aragón generó ayer una fuerte polémica.
La rectificación, en menos de 24 horas, del propio miembro del Ejecutivo de Marcelino Iglesias, trató de atajar el encontronazo entre representantes del mismo partido, pero para entonces sus palabras ya habían tenido un notable eco y dejaron un importante reguero de reacciones.
Arguilé, en su primera comparecencia en la Comisión de Agricultura de las Cortes aragonesas en esta legislatura, reconoció en la tarde del pasado miércoles que la actual ministra de Medio Ambiente «no es santo» de su «devoción» porque las obras hidráulicas que necesita Aragón y que dependen de su Ministerio «no avanzan». Preguntado por los representantes de la oposición por el retraso en las obras del Pacto del Agua de 1992, admitió abiertamente que no comparte la gestión de Narbona y que es él mismo quien sufre las consecuencias, al tener las competencias en la creación y modernización de regadíos.
Por ello, estimó que la ministra debería de «dar cuenta» de su gestión y si se demuestra que no lo ha hecho bien, al consejero le «gustaría» que la relevaran para ver si «otro» lo hace mejor, señaló.
«No se merece otra cosa»
Para regar, insistió, «hace falta agua» y por eso es urgente y necesario, a su juicio, el desarrollo del recrecimiento del embalse de Yesa y las obras de Biscarrués para la regulación del Gállego, «piezas clave» del Pacto del Agua de Aragón que hay que «acelerar al máximo». «Si Narbona los hace diré OK, y si no, la seguiré criticando porque no se merece otra cosa», concluyó el consejero.
La ministra tuvo que salir ayer al paso de estas críticas y manifestó el «compromiso expreso» de su departamento de agilizar las actuaciones en curso del Pacto del Agua y de dar, para ello, mayor protagonismo a las instituciones del Gobierno de Aragón.
En una rueda de prensa en el marco de la octava Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, Narbona aseguró que la inversión ejecutada en Aragón sobre las grandes obras comprometidas en el Pacto del Agua de 1992 «se está acelerando precisamente en esta legislatura», informa Efe. Recordó, en este sentido, que muchas de esas actuaciones habían quedado «absolutamente paralizadas por problemas que afortunadamente se están resolviendo» y se mostró convencida de que esta Legislatura se cerrará «con un grado de avance bastante significativo».
En la misma mañana de ayer, el consejero se vio forzado a engullirse sus palabras y el Gobierno de Aragón emitió una rectificación institucional, en la que Arguilé lamenta «profundamente» lo sucedido y confiesa que se salió «del tiesto de una manera poco política e irrespetuosa». «En ningún momento», rectifica, su intención fue «disminuir los méritos» de Narbona y mucho menos «enturbiar las buenas relaciones» con el Gobierno de Aragón. «Creo que la ministra puede y es capaz de llevar a buen puerto las obras hidráulicas que fueron acordadas en la Comisión del Agua y sé las dificultades que lleva consigo la ejecución de dichas obras a pesar de los acuerdos», se corrige.
Trató de explicar su comportamiento arguyendo que los que están «a pie de obra, recibiendo la presión directa de los usuarios, la presión política y la angustia de los regantes», en momentos muy concretos vierten opiniones poco acertadas «que molestan a quien las recibe». Así, explicó que el miércoles estuvo con regantes que le «trasladaron una vez más su preocupación por el retraso de las obras y el problema que se puede generar entre el avance de la transformación y la capacidad de agua embalsada».
El PAR comparte las críticas
Los portavoces del PP, el PAR e IU en las Cortes comparten las críticas iniciales del consejero, mientras que a CHA no le sorprenden y el PSOE las achaca al «ansia» por que se aceleren las obras. El PAR, que es socio de gobierno de Iglesias, ya vienen criticando a Narbona por el retraso en las obras, aunque un encuentro entre el consejero de Medio Ambiente, el aragonesista Alfredo Boné, y ella habían atenuado hace unos días las diferencias.
El portavoz del PP, reclamó ayer la dimisión de Arguilé «porque con su rectificación se alinea con el Gobierno de Zapatero al tiempo que evidencia una absoluta sumisión».