El consumo de España en regadíos desciende un 30% en dos años

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, señaló hoy que la modernización de los sistemas de regadío de España ha permitido el ahorro en dos años de más del 30% del agua que se consumía en esta actividad económica, mientras que en el mismo periodo de tiempo la ciudadanía asumió una reducción del consumo doméstico cercana al 4%, fruto de una mayor «concienciación».

   Espinosa señaló de esta manera que el margen de ahorro en el conjunto de los países de la cuenca del Mediterráneo es posible mediante la adopción de medidas específicas, así como la construcción de infraestructuras y la introducción de tecnologías modernas, en la línea de garantizar el suministro de un recurso considerado «escaso».

   La ministra recordó que España sufre una «situación desequilibrada» propia del clima mediterráneo en cuanto a la disposición de agua, que hace que los ríos del país concentren en pocos meses hasta el 70% de las aportaciones pluviométricas que reciben, lo que hace que oferta y demanda no siempre coincidan.

   Además, este hecho se verá agravado por «situaciones extremas más recurrentes» que los expertos asocian a las consecuencias del cambio climático, como serían la profusión de sequías e inundaciones. En cualquier caso, Espinosa defendió la obra del Gobierno y aseguró que se han acometido obras de «carácter excepcional» que han permitido adaptar el país a futuros periodos de crisis hídricas.

APUESTA POR LA DESALINIZACIÓN

   Un documento difundido por el Ministerio con motivo de la IV conferencia ministerial euro-mediterránea sobre el agua que se celebra hoy en Barcelona, destaca la apuesta realizada por el Gobierno en materia de desalinización, que prevé que en 2012 se produzcan alrededor de 1.000 hectómetros anuales de agua por esta vía, frente a los 500 hectómetros actuales.

   El texto, al que ha tenido acceso Europa Press, ensalza las virtudes de «una de las mejores alternativas» para la obtención de «agua de calidad», especialmente en zonas de déficit crónico como Canarias, Baleares y la costa mediterránea. Fruto de ello, se señala que España ya es el cuarto país del mundo por número de desalinizadoras en marcha –900 plantas–.

   El negocio de la desalinización ha mejorado en los últimos años, reduciendo el precio del metro cúbico de agua desalada en hasta cuatro veces, lo que permite al sector mover alrededor de 1.500 millones de euros anuales y exportar tecnología a países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Argelia, Chila, Sudáfrica, Egipto y China, recuerda el Ministerio.

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