El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, firmó ayer un convenio de colaboración con el Centro Regional de Estudios del Agua (CREA), organismo dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha, para la realización de un estudio sobre el estado ecológico de los ríos que atraviesan Castilla-La Mancha y la determinación de los caudales ecológicos de tramos de ríos de interés regional.
El proyecto, que comienza ahora tendrá una duración de 24 meses, aunque según adelantó Sánchez Pingarrón, desde el Centro Regional de Estudios del Agua se han comprometido a tener un primer avance de dicho estudio para el mes de septiembre.
El importe global de este proyecto se eleva a 410.500 euros, cantidad de la cual el Gobierno regional aportar el 53%, en torno a 223.000 euros, mientras que el resto corre a cargo de la Universidad de Castilla-La Mancha.
El convenio suscrito ayer viene a sumarse a la colaboración que mantienen ambas instituciones, tal y como indicó el director del CREA, José María Tarjuelo, que precisó que «desde la Universidad nos sentimos orgullosos de poder seguir ayudando al Gobierno regional con estudios técnicos a la toma de decisiones, a la planificación y a la conservación del medio natural».
Sánchez Pingarrón destacó que el resultado de estos estudios de investigación que se van a realizar ahora desde el CREA «van a ser muy importantes para todo el proceso de planificación hidrológica en el que ahora estamos inmersos todas las comunidades autónomas, con la revisión de sus planes de cuenca».
El titular de la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda insistió en que «queremos que nuestros ríos corran limpios, que den la garantía del abastecimiento y de los recursos que se requieren para otros usos como la agricultura y el desarrollo industrial de la región», pero también que «queramos conservar nuestros ríos y tenerlos en buen estado y de ahí que la información exhaustiva que nos facilitará este estudio será muy importante».
El estudio se plantea tres objetivos clave: el establecimiento de cuales deben ser los caudales ecológicos de los ríos en los tramos que atraviesan la región; otro es contar con una amplia red de estaciones de referencia, de puntos de control de la calidad del agua, siendo 22 los puntos de control que ya hay en marcha en los ríos de la región en colaboración con la UCLM; y realizar estudios, que afectan sobre todo al Tajo, sobre cómo el trasvase afecta a este río.
Precisamente, Sánchez Pingarrón confirmó que el Tajo está en una situación deficitaria.
NO A OTRO TRASVASE. El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, se refirió a la nueva petición del Sindicato Central de Regantes del Gobierno de Murcia de un nuevo trasvase del Tajo-Segura de 230 hectómetros cúbicos, una cantidad señaló que «se corresponde con el 25% de lo que hay en los pantanos de cabecera», por lo que anunció que el Gobierno regional se opondrá al mismo.
Si bien, Sánchez Pingarrón indicó que «es cierto que hemos tenido un buen año hidrológico», también en estos casos apuntó «la buena gestión y administración hidráulica lo que aconseja es que no dilapidemos ese agua, porque este año o cualquier año futuro puede ser complicado, y para eso están las reservas, para poder regular y utilizar los recursos en cualquier momento».
No obstante, el consejero afirmó que «lo sorprendente de esta petición es que ahora mismo en el Segura hay embalsados 740 hectómetros cúbicos, es decir, que los pantanos del Segura están al 64%, y por tanto, tienen recursos suficientes para cubrir todas sus necesidades presentes y futuras de abastecimiento y regadío, no existiendo por tanto justificación alguna para autorizar un nuevo trasvase a una cuenca que en la actualidad tiene recursos para funcionar de manera autónoma».
Todo esto, en su opinión «pone de manifiesto la caducidad de las normas de explotación del acueducto Tajo-Segura». Además, insistió en que «el caudal del Tajo a su paso por Toledo no reúne las condiciones para garantizar la vida de la flora y la fauna».