Una vez más, el Ministerio de Medio Ambiente no consiguió ayer contentar a ninguna de las partes afectadas por el trasvase Tajo-Segura. Su recomendación al Consejo de Ministros para que se envíen 38 hectómetros cúbicos para abastecimiento desde los embalses de Entrepeñas y Buendía no satisface a Murcia y Comunidad Valenciana, pese a que los agricultores levantinos sí podrán disponer de otros 31 hectómetros cúbicos. Pero, además, la Junta de Castilla-La Mancha considera un «disparate» sacar ahora agua del Tajo para riego.
El director general del Agua, Jaime Palop, explicó que de los 38 hectómetros cúbicos que saldrán desde la cabecera del Tajo, un total de 35,5 irán a la Mancomunidad de los Canales de Taibilla y 2,5 para abastecimiento al levante almeriense en la cuenca del Almanzora. Además, se realizarán obras de mantenimiento en la infraestructura del trasvase para evitar pérdidas de agua en los desembalses.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, afirmó que la gestión de los desembalses del acueducto Tajo-Segura debe ser «prudente», ya que en estos meses hasta mayo es época de lluvias pero hay que contar con el descenso en la época estival. «Ha habido una leve recuperación de los embalses de la cabecera del Tajo, que almacenan 340 hectómetros cúbicos», comentó la ministra, mientras que el mínimo para poder realizar trasvases es de 240.
Por su parte, el director general del Agua señaló que de seguir la tendencia del año pasado y con 340 hectómetros cúbicos almacenados en Entrepeñas y Buendía, a finales de septiembre de este año sólo habría 250 hectómetros cúbicos, es decir, sólo 10 para trasvasar en octubre para abastecimiento.
Sobre la petición de los 40 hectómetros para riego de los regantes, Palop indicó que las predicciones que hay para Entrepeñas y Buendía son «justas para atender al abastecimiento a poblaciones y hay que ser cautos en las recomendaciones de desembalse para otros usos».
En cuanto a un trasvase para las Tablas de Daimiel, también lo descartó, porque es «físicamente inviable», ya que se perderían entre un 80 o un 90 por ciento en el transporte y «pone en riesgo el abastecimiento humano» por la situación de la cabecera del Tajo.
Órdenes de la ministra
Sin embargo, los que sí se dedicarán a regadío serán los 31 hectómetros cúbicos que en las próximas semanas se transferirán a Murcia desde la comunidad de regantes de Estremera, entre Madrid y la provincia de Toledo. Ayer, Narbona le prometió al secretario del PSOE murciano, Pedro Saura, que «va a dar órdenes a los servicios del Ministerio» para que se desembalse esa cantidad de agua «como consecuencia del decreto-ley que pone en marcha el banco público del agua».
Todas estas explicaciones fueron recibidas con hostilidad tanto por el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha como por los ejecutivos populares valenciano y murciano. Así, Fernando Lamata, «número dos» de Barreda, señaló que, en este momento, no está justificado un trasvase para regadío, y aseveró que aprobarlo sería «un verdadero disparate»,
Pero aún más airadas fueron las declaraciones desde Levante. El consejero de Agricultura de Murcia, Antonio Cerdá, criticó que la Comisión de Explotación del Tajo-Segura no apruebe un envío desde Entrepeñas y Buendía para el regadío, pero que, en cambio, sí pueda mandarse agua «más cara» del canal de Estremera.
El consejero murciano acusó al PSOE de llevar a cabo una «maniobra partidista» de cara a las elecciones con la decisión de realizar obras de reparación en el acueducto Tajo-Segura que paralicen los envíos varias semanas «para contentar» a los socialistas de Castilla-La Mancha «por un pacto oculto» entre Barreda y Zapatero.
Para Cerdá, hay excedentes cifrados en cien hectómetros cúbicos de agua en los embalses de cabecera del Tajo, pero no se ha aprobado ningún desembase para regadío, a pesar de que ha mejorado la situación de Entrepeñas y Buendía.
En cambio, en la cuenca del Segura, según el director general del Agua de Murcia, Miguel Angel Ródenas, miembro de la Comisión de Explotación del Acueducto, «sólo quedan 28 hectómetros cúbicos de agua y los pozos están sobreexplotados».
«Golpe bajo» a los regantes
También la secretaria general del PP de la Comunidad Valenciana, Adela Pedrosa, acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «de darle otro golpe bajo a los agricultores valencianos al volver a negarles el agua del trasvase Tajo-Segura».
Según Pedrosa, «el Gobierno da un paso más en su intención de que desaparezca la agricultura valenciana» porque, según explicó, si el campo alicantino no recibe «ni una sola gota del Tajo y la que llega del Júcar es inviable económicamente, les quedan muy pocas opciones para seguir manteniendo sus trabajos».
Para la secretaria popular, «el PP es el único que está trabajando en lo que le corresponde, es decir, en la modernización de regadíos, la reutilización de los recursos hídricos y la depuración de aguas residuales». Además, señaló que la Generalitat valenciana «ha cumplido con su promesa de defender los intereses del campo valenciano en todos los ámbitos» a pesar de que «el Gobierno socialista esté atacando» los intereses de la Comunidad «continuamente».
Adela Pedrosa recordó que la «ausencia» de una política hídrica por parte del Gobierno central «está quedando al descubierto» ya que «no va a haber agua del Ebro, ni del Tajo, ni del Júcar para los agricultores».