De qué ha servido una inversión de casi 30 millones de euros para abastecer a Albacete con agua del Júcar si ahora no hay agua y se tienen que volver a abrir los pozos? Esta es la reflexión que hacían ayer desde Ecologistas en Acción, tras asegurar que el único agua del Júcar que hay para abastecer la ciudad es la que está almacenada en la balsa «para 20 ó 30 días», por tanto, la apertura de los pozos será inminente. Sobre el filtro que se va a instalar antes de abrir los pozos, aseguraron que «sólo para corregir el olor y el sabor, pero no para eliminar los nitratos».
«Ya dijimos que no teníamos porque pagar una obra faraónica sin tener garantías de que luego iba a haber agua, sobre todo cuando tenemos un acuífero con una cantidad de agua razonable y de calidad», argumentó Del Olmo, tras poner sobre la mesa un dato bastante revelador. El 92% del agua que se consume en Albacete se gasta en regadío -340 hectómetros en regadío y 15 hectómetros en beber-, por tanto, «sólo con que dejasen de regar un año, ahorraríamos agua suficiente para que la ciudad bebiese durante 22 años».
Del Olmo advirtió que el futuro uso de esta obra de abastecimiento tampoco es muy alentador, «porque las perspectivas no son buenas, para el 2020 se estima que lloverá un 25% menos que ahora».
Por eso, los ecologistas no comprenden que se pretenda utilizar el mismo sistema de abastecimiento para los municipios de La Manchuela o para la urbanización de La Losilla, «quieren hacer un tubería del Júcar a Chinchilla para llevar agua a La Losilla, cuando la tubería que ya se hizo hasta Albacete ya no lleva agua, lo lógico es que esa obra se replantease», opinó.