La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha advertido hoy de que, si las precipitaciones del próximo año no propician un aumento de la reserva de agua de los embalses, «podría llegar a producirse un impacto en el sector agrario a partir del mes de mayo».
Así lo ha manifestado De la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha recibido hoy un informe de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, sobre la situación de sequía que vive España durante la última década, así como los episodios de inundaciones que se han producido en los últimos meses.
La precipitación media anual, desde el pasado 1 de octubre de 2008 (comienzo del actual año hidrológico 2008-2009) ha sido de 527,5 litros por metro cuadrado, inferior al año anterior, lo que hace prever que este año no se alcance el nivel medio normal.
Los embalses españoles, a fecha 8 de septiembre, tienen acumuladas unas reservas de agua del 44,4 por ciento de su capacidad y son sólo superiores a las del año hidrológico 2005-2006, en la serie de la última década.
De la Vega ha asegurado que el suministro a la población está asegurado, pero ha recordado que «el agua es un bien escaso y todos debemos y podemos contribuir a su mejor utilización».
La vicepresidenta ha pedido a los ciudadanos que no bajen la guardia y sigan ahorrando agua «porque cada litro es muy valioso para todos».
El informe señala que las cuencas del Segura, Júcar, Guadalquivir y Tajo «han superado el año hidrológico debido a las importantes medidas de disciplina y prevención y a la mejoría en el régimen de precipitaciones», aunque la del Guadalquivir, transferida a Andalucía, «ha vuelto a entrar en situación de alerta en las últimas semanas».
Asimismo, es objeto de atención especial la cuenca del Guadiana, debido a que «se encuentra con unas reservas muy mermadas».
Según los datos trasladados por la ministra, la inversión total en infraestructuras desde febrero del año 2005 hasta la fecha para paliar la sequía ha sido de 767 millones de euros destinados a modernización de regadíos, desalinizadoras y depuración de aguas.
Por otra parte, la Agencia Estatal de Meteorología prevé para el trimestre septiembre-noviembre una ligera tendencia a precipitaciones superiores a las normales en las regiones de la mitad oriental peninsular y Baleares y por debajo de las normales en el noroeste peninsular, mientras que no se observan tendencias significativas en el resto.
Entre julio y septiembre se han registrado episodios de inundaciones en distintas zonas de las demarcaciones hidrográficas del Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Segura, relacionadas con tormentas que llegaron a provocar daños materiales de diversa consideración.
«La especial naturaleza de este tipo de fenómenos exige unas medidas singulares para limitar sus efectos, que se desarrollan en contacto y estrecha colaboración entre las distintas administraciones competentes», según el informe.
Además, el Ministerio está efectuando la delimitación de las zonas inundables por los principales ríos, a través del Sistema Nacional de cartografía de zonas inundables.
Están ya licitados los trabajos de las cuencas hidrográficas del Júcar, Cantábrico, Segura, Duero y Miño-Sil, con un importe superior a los quince millones de euros.
En cada una de las demarcaciones se ha implementado un sistema de información en tiempo real, denominado Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) que constituye una herramienta fundamental para la gestión de inundaciones.
Disponen de este sistema todas las cuencas gestionadas por el Estado, excepto la del Cantábrico y Miño-Sil, aunque se prevé, en breve, la licitación del contrato.
Además, se está llevando a cabo un programa de actuaciones en cauces para evitar su deterioro ambiental, que tiene por objeto recuperar la capacidad de desagüe de los ríos.
En el año 2009 el Ministerio ha invertido en este Programa más de 140 millones de euros, parte de ellos procedentes de Plan E. EFE