Giro en Madrid. El ministro de Agricultura, Rafael Arias Cañete, cedió ayer en el último minuto e incorporó al plan hidrológico del Júcar un documento complementario, firmado con la Generalitat y la Junta de Castilla-La Mancha, por el que el Ministerio se compromete a construir la toma de Cortes de Pallás para el trasvase Júcar-Vinalopó en un plazo de seis meses tras la aprobación, presumiblemente en mayo, del plan por el Consejo de Ministros. El documento pasó después al Consejo Nacional del Agua, que dio el visto final al proyecto con los votos favorables, entre otros de la Generalitat, representada por el vicepresidente José Císcar, y por el presidente de la Junta Central del Júcar-Vinalopó, Andrés Martínez, quien acudió a Madrid representando a todos los usuarios del Júcar en la Comunidad Valenciana. El plan hidrológico incorpora, por tanto, un compromiso, negro sobre blanco, por el que el Ministerio de Agricultura se compromete a realizar la segunda toma en Cortes, que se compartirá con la del Azud de la Marquesa, que se mantendrá para ciertos regadíos. El agua potable llegará a la provincia desde Cortes, ya que desde ayer, y con la firma del ministro Arias Cañete, figura que el trasvase Júcar-Vinalopó se regirá por aquello que se firmó el 13 de julio de 2001, que fijaba la toma del agua en el punto que eliminó el Gobierno de Cristina Narbona en 2005.
Andrés Martínez, presidente de la Junta Central, celebró el acuerdo, dado que «supone habilitar oficialmente a la construcción de la toma de Cortes de Pallás». Adicionalmente, y mientras se termina la toma de Cortes de Pallas –el plazo para iniciar los trabajos se extiende hasta febrero de 2015–, y finaliza la reparación de las fugas en el embalse regulador de San Diego (Villena), el plan del Júcar que ayer recibió el visto bueno del Consejo Nacional del Agua contempla el envío adicional todos los años de 12 hm3 de agua de calidad desde el embalse de Bellús –vía infraestructura del pantano de Alarcón– que se usarán para consumo urbano. El documento que habilita Cortes de Pallás fue firmado por Arias Cañete con el vicepresidente Císcar y con Marta García de la Calzada, consejera de Fomento de Castilla-La Mancha.
Lo cierto es que el giro dado por el ministro en Madrid puede representar, si al final se cumple, la solución definitiva al problema de una infraestructura que costó 400 millones de euros y lleva cerrada más de un año. El propio secretario de Estado de Agua, Fernando Ramos de Armas, comunicó ayer a la Junta Central que el lunes estará en Villena para explicar a los usuarios del Vinalopó el acuerdo que habilita la recuperación de la toma de Corte de Pallás, única que puede hacer viable el trasvase de agua de calidad de Valencia a la provincia.
Lo que no se corrigió en el plan que pasará al Consejo de Ministros es que el nuevo documento ha dejado sin una sola gota de agua a la provincia para nuevos proyectos –el agua del trasvase es para solucionar la sobreexplotación de los acuíferos–, ya que mantiene la eliminación de la reserva de 40 hm3 que establecía el documento todavía en vigor. Hoy, si embargo, la posibilidad de recibir caudales extraordinarios desaparece legalmente, algo que no sucede con Valencia y Castilla-La Mancha. Los regantes castellano-manchegos con derechos en el Júcar contarán con una reserva de 100 hm3 para ampliación de regadíos (básicamente cereal subvencionado por la UE), algo de lo que se priva a la provincia , en concreto a los regantes de las comarcas del Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa.
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