El Gobierno murciano quiere tener de frente al Ejecutivo de Castilla-La Mancha en todas las reuniones de trabajo y consulta para elaborar el nuevo plan hidrológico de la cuenca del Tajo, ya que así considera que podrá defender mejor el Trasvase Tajo-Segura. El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, puntualizó ayer que hay mucho en juego para la Región de Murcia y la cuenca del Segura, por lo que no cejará para que el Gobierno autonómico esté presente en aquellas reuniones «donde se tomen las decisiones. No nos vamos a limitar a asentir con lo que se acuerde».
El Ejecutivo de Valcárcel considera que debe vigilar muy de cerca todas las decisiones que se tomen sobre las futuras demandas de la cuenca del Tajo, ya que teme que el Gobierno de José María Barreda aproveche la revisión del plan de cuenca del Tajo para imponer sus criterios contra la continuidad del Trasvase Tajo-Segura.
Convocatoria por carta
Cerdá quiso ayer rebajar la tensión con la Confederación Hidrográfica del Tajo, pero no cree que se haya debido a un error la expulsión del director general del Agua de Murcia de la reunión que se celebró el pasado jueves en Madrid, y en la que el representante de Castilla-La Mancha protestó por la presencia del alto cargo murciano. A la Consejería de Agricultura y Agua no le convencen las explicaciones de la Confederación del Tajo, y para ello muestra el contenido de una carta que envió el presidente de este organismo, el 16 de abril pasado, en la que incluía a la Administración murciana dentro del grupo de trabajo de los gestores.
En dicha carta, José María Macías Márquez, presidente del Tajo, le dice al consejero Cerdá que Murcia ha sido incluida en ese mesa participativa «en virtud de la relevancia alcanzada en su campo de actividad». Macías explica en la misiva que se han constituido cinco mesas de trabajo sectoriales (gestores de la cuenca, usuarios, instituciones y entidades, empresas e industrias y tejido social estructurado). Sobre esta base, Cerdá duda de que existiera un error de convocatoria.
Ante el hecho de que la Región de Murcia no es ribereña del Tajo, y que tampoco participa de los órganos de gestión y gobierno de esa cuenca, Antonio Cerdá contestó que existen unos claros intereses en la cabecera del Tajo que hay que preservar.
José María Macías no quiso ayer hacer declaraciones a La Verdad. Una portavoz de la Confederación del Tajo atribuyó lo sucedido a «un error», explicando que el Gobierno murciano no pertenecía a la mesa de trabajo de los gestores, sino de las instituciones. Señaló que el director general del Agua de Murcia, Miguel Ángel Ródenas, fue tratado con toda cortesía por el comisario de Aguas del Tajo, e invitado a quedarse en la reunión, pero sólo en calidad de oyente.
«Nos preocupa»
El consejero portavoz del Gobierno regional, Juan Antonio de Heras, criticó ayer la expulsión del representante murciano y declaró que el comisario del Tajo, «actuó más como un comisario político». Cree que detrás de lo sucedido está el Gobierno de Castilla-La Mancha y su negativa a que Murcia participe en la nueva planificación del Tajo. «Nos preocupa que exista un trasfondo distinto», apuntó De Heras.
El nuevo plan de cuenca del Tajo, como el del segura y el resto de demarcaciones, será aprobado el año que viene y estará vigente hasta el año 2015. Implementará con todas sus consecuencias la Directiva Marco de Aguas, que tiene como principal objetivo la calidad de las aguas, la recuperación total de costes y los caudales ambientales.