El pasado jueves, casi al mismo tiempo que en el Congreso de los Diputados, con el voto a favor del PSOE y la abstención del PP, se desbloqueaba la tramitación del nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha que en su preámbulo incluye una reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos (hm3), el Ministerio de Medio Ambiente se comprometía a licitar este año obras en infraestructuras de riego por valor de 100 millones de euros que aumentarán la capacidad de los regantes de Albacete de extraer hasta 80 hectómetros cúbicos al año del Júcar.
El compromiso se materializó en una reunión en Toledo entre el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu. Este segundo tanto sobre el Júcar que se ha apuntado Barreda, ha alarmado aún más a regantes y ecologistas valencianos que la polémica reserva, pues sus efectos sobre el agua que llegará a Valencia y al futuro trasvase Júcar-Vinalopó van a ser inmediatos una vez concluyan las obras de la segunda fase del plan de sustitución de bombeos del acuífero de la Mancha oriental.
El Gobierno pretende con estas obras cerrar unos 270 pozos que están esquilmando el acuífero de La Mancha oriental a cambio de construir cuatro nuevas tomas en el canal del acueducto Tajo-Segura con capacidad para transportar hasta 47 hm3 de agua superficial del Júcar, almacenada en el embalse de Alarcón, con el el fin de abastecer a 12.000 hectáreas de regadío intensivo en la provincia de Albacete.
Estos 47 hm3 se sumarán a los 33 hm3 de la primera fase de la sustitución de bombeos, con lo que el volumen total de agua que los regantes manchegos podrán detraer del Júcar llegará a los 80 hm3 anuales, algo que preocupa a la plataforma Xúquer Viu.
Peligra el caudal ambiental
El portavoz de este colectivo que defiende el uso sostenible del río, Paco Sanz, exige que se paralicen estas obras «hasta que no se haya aprobado el nuevo Plan Hidrológico del Júcar (PHJ), que lleva un año de retraso, pues se se basan en el plan de 1998 que no preveía ningún tipo de caudales ecológicos y va en contra de la Directiva Marco europea del agua». La segunda fase de sustitución de sondeos «reducirá el caudal del Júcar que llega a Valencia sin que el acuífero se regenere, pues no vemos un descenso drástico de bombeos», alerta.
La Unión Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ), entidad formada por las seis comunidades de regantes valencianas que poseen los derechos del 100% del agua regulada por el embalse de Alarcón ya que sufragaron al 100% el coste de la infraestructura también reclaman que no se acometan estas obras.
USUJ habla de irresponsabilidad
El secretario de USUJ, Juan Valero de Palma, tacha de «irresponsable al ministerio de Medio Ambiente, por poner en marcha unas obras sobre unas aguas que no está claro que puedan usar los regantes de Albacete». Éstos rechazan firmar el convenio de Alarcón que les obliga a indemnizar a USUJ en caso de utilizar aguas por debajo de la curva de reserva destinada a las comunidades de regantes valencianas.
Además, de este volumen de la USUJ sólo se puede detraer agua «para usos prioritarios, como el consumo humano, y el regadío albaceteño no lo es, con lo que el ministerio no puede favorecer a unos regantes en perjuicio de otros» concluye Valero de Palma.
Cada año se extraen
361 hm3 del acuífero
Según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), del acuífero de la Mancha oriental se han extraído una media de 361 hm3 anuales entre 2000 y 2009 para regar más de 93.000 hectáreas, una superficie tan grande como toda la Ribera Alta. La sobreexplotación del reservorio que abastece al Júcar en su tramo medio, la CHJ estima que si los bombeos superan la horquilla de entre 286 y 330 hm3 anuales el acuífero no se regenera, ha hecho que sea el agua que corre por el río la que nutra a su manantial y no al revés, con lo que el caudal que llega a Tous ha caído en 20 años casi un 60% respecto a su promedio histórico. Xúquer Viu exige que en lugar de sustituir bombeos por agua superficial, «Medio Ambiente declare oficialmente sobreexplotado el acuífero, al igual que ha hecho con el de la Mancha occidental tras secarse las Tablas de Daimiel, y acometa un plan de ordenación para su recuperación».