Marcha atrás. Hay agua en el embalse de Alarcón para garantizar el abastecimiento de los 400.000 alicantinos que estaban condenados a beber de acuíferos sobreexplotados y tampoco faltará para los agricultores valencianos.
Este es el acuerdo al que llegaron ayer en Madrid, tras tres horas de reunión, la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó y la directora general del Agua, Liliana Ardiles, que sustituyó a última hora al secretario de Estado, Federico Armas, que tenía cita en Moncloa. Tras un mes de tensión, desde que la presidenta de la Confederación del Júcar, María Ángeles Ureña, comunicara a los regantes y a la propia presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, que el Júcar no tenía excedentes, ayer el Ministerio de Agricultura dio la vuelta a la tortilla y, con los datos en la mano, tuvo que admitir que en el sistema Júcar hay caudales excedentes que superan los 12 hm3 para enviar a Alicante. El agua llegará desde el embalse de Alarcón a través de la infraestructura del Tajo-Segura, y los regantes de Valencia no perderán ni una gota, porque tendrán a su disposición la misma cantidad en el embalse de Bellús, aguas abajo de Tous. El presidente de la Junta Central, Andrés Martínez, valoró positivamente el acuerdo del que faltan unos flecos administrativos que deben resolverse en las próximas semanas para que el agua comience a llegar a la provincia en enero de 2015. «Eso sí, usuarios y regantes pensamos que esta solución es un parche, importante, pero un parche, ya que el objetivo final es conseguir construir la segunda toma del agua en Cortes de Pallás», subrayó ayer Andrés Martínez, presidente de la Junta Central.
El Ministerio de Agricultura ha rectificado, si no hay nuevas sorpresas, y se salva de tener que devolver los 120 millones de euros que le prestó Bruselas para construir el trasvase Júcar-Vinalopó, ya que la «solución Alarcón», permite presentar a la Comisión Europea un trasvase que sirve para beber y regar. La incorporación de los ayuntamientos al trasvase, los mismos que quedaron descolgados en 2005 cuando se cambió la toma y se decidió captar el agua en Cullera, donde sólo sirva para regar a manta cultivos leñosos, da también viabilidad económica al proyecto.
El trasvase de socorro de pasado septiembre y primero de la historia de los 8 hm3 desde el Azud de la Marquesa, se pagó a 0,15 euros el metro cúbico porque estuvo subvencionado, ya que el precio del agua era de 0,40 euros/m3.
El gran problema del río Júcar, no es el trasvase Júcar-Vinalopó desde Cortes de Pallás. El gran problema del Júcar está en la Mancha Oriental, donde sigue la expansión imparable del regadío, que suma ya más de 135.000/ha. «Y sobre este gravísimo problema, nadie dice nada ni nadie pone solución: ni la Confederación Hidrográfica del Júcar, ni el Ministerio ni los regantes de la Ribera. Hay agua del Júcar para regar maíz y alfalfas en Castilla-La Mancha pero no para beber en Alicante». subrayó anoche Antonio Rico, director del Instituto de Geografía. Ayer, los argumentos esgrimidos por la Junta Central, representada por Andrés Martínez, Francisco Santiago y Ángel Urbina, convencieron al Ministerio de Agricultura. El Júcar tiene agua para Alicante.
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