F. J. B. Los incendios se apagan en invierno y… las sequías se solucionan cuando llueve y hay reservas. Dos máximas que parecen no llevar al día, al menos la segunda, los técnicos de la empresa estatal Acuamed, que, dos meses después de haber vaciado y cerrado el principal embalse del trasvase Júcar-Vinalopó para reparar las fugas, siguen sin comenzar una reparación que costará unos 8 millones de euros.
La situación no es hoy urgente, debido a que las lluvias del invierno han elevado la reserva de agua y el campo mantiene la humedad, pero entre los agricultores del Vinalopó comienza a verse el futuro con mucha incertidumbre. Al parecer, los técnicos no han localizado todavía el origen de las fisuras que provocaron la fuga de 6,7 millones de litros de agua del principal embalse del Júcar-Vinalopó, y que estará cerrado hasta, al menos, la primavera de 2014. Fecha en la que, según los cálculos más optimistas de la Junta Central de Usuarios, podría volver a llenarse de agua si mejora la calidad del agua del Azud de la Marquesa.
Un caudal que, por otro lado, vuelve a plantear dudas, debido a la presencia puntual de sustancias peligrosas en la desembocadura de Cullera -toma del agua-, según revelan los análisis oficiales. Los últimos estudios colgados en la página web de la Confederación del Júcar revelaron el pasado febrero la presencia de sustancias fecales y de los tristemente clorpirifos, un insecticida que se utiliza combatir las plagas.
La operación de desembalse de la presa de San Diego permitió aprovechar 4,3 hm3 de los 12 hm3 que se llegaron a almacenar, y que estuvieron bloqueados dos años, periodo en el que se produjeron las filtraciones por los defectos en la construcción de la infraestructura. El riego de socorro para 23.000 agricultores del Medio y Bajo Vinalopó acabó a finales de enero y, ahora, el embalse está cerrado a la espera de que los técnicos detecten los puntos donde se producen las filtraciones. La situación en el campo está controlada ya que con el desembalse que se llevó a cabo entre septiembre y enero hay caudal en los embalses para aguantar todo el año. Sin embargo, la incertidumbre se centra en el año 2014.
La presa de San Diego tendrá que estar un año cerrada y sin poder almacenar agua para poder tapar las zonas donde se produjeron las filtraciones que provocaron la pérdida de millones de litros de agua antes de poder realizar el primer trasvase el pasado septiembre. Costó 20 millones de euros en 2009, pero no se impermeabilizó.
Los defectos en su construcción podrían dejar inutilizado el embalse, incluso hasta al menos, 2016, año en el que se estima que podrá volverse a regar con el caudal del Júcar bombeado desde Cullera, si antes no se llega a un acuerdo entre los regantes alicantinos y valencianos para activar la toma de Cortes de Pallás. La única que garantiza que el agua sirva para riego y consumo urbano y, por tanto, que el trasvase sea viable desde el punto de vista social y económico.
Una opción cuya negociación parece se ha aparcado en los últimos meses para satisfacción de los regantes valencianos que siguen reacios a que la Confederación Hidrográfica del Júcar autorice la construcción de una segunda toma en el punto original, Cortes de Pallás. El Consell se ha apartado de la negociación y el Ministerio tampoco arrima el hombre preocupado ahora por sacar adelante los planes de cuenca del Júcar y Tajo.
El PP veta en Cortes una comisión sobre el Tajo
El portavoz del PSPV en las Cortes Valencianas, Antonio Torres, criticó ayer que el PP se opusiera a tramitar una propuesta socialista para crear una comisión de estudio sobre el trasvase Tajo-Segura, con el objetivo de conocer las repercusiones que puede tener el plan de cuenca que está elaborando el Gobierno central. Torres denunció tras la junta de portavoces que «incomprensiblemente el PP se ha negado a tramitarla» y dijo que este asunto se puede sustanciar en una comisión ordinaria.
Por su parte, el síndic del PP, Jorge Bellver, defendió que «no puede ser que el PSPV, que se fue a Cataluña a brindar por la derogación del trasvase del Ebro, ahora se atreva a venir a la Comunidad a hablar de comisiones de estudio que pretenden asumir competencias que no son de las Cortes, sino del Gobierno». Bellver lamentó que «los socialistas pretendan convocar la comisión para conocer a estas alturas del partido las necesidades de los agricultores y de los expertos en materia hídrica. A buenas horas», apostilló Bellver, según el cual el Consell «lleva desde hace muchos años defendiendo las necesidades de agricultores y las opiniones de expertos».