Aunque el Gobierno ha decidido recortar el presupuesto para 2011 destinado a la gestión de recursos hídricos para el regadío en más de un 63 por ciento, más del 70 en lo que va de legislatura, la ministra de Medio Rural, Elena Espinosa defiende que su departamento ha alcanzado «sobradamente los objetivos programados» tanto en grado de ejecución como en inversión y ahorro de agua.
Así, según expuso ayer en el Senado, el MARM ha logrado una ejecución del 122 por ciento en superficie (1,5 millones de hectáreas) y del 130 por ciento en inversión, con cerca de 4.000 millones de euros (Plan Nacional de Regadíos más Plan de Choque del año 2006) entre lo que ha aportado el Estado y las comunidades autónomas y cerca de 5.000 millones de euros si contamos con lo que han aportado los regantes. Lo que significa, dijo «que hemos superado con creces las previsiones iniciales».
Para la titular de Medio Rural se trata de un «éxito sin precedentes» el movilizar un presupuesto tan elevado en tan corto periodo de tiempo y poner en marcha cerca de 100 obras de modernización de regadíos «con una tramitación tan compleja como la que requieren».
No obstante, el MARM no ha estado solo en esta andadura, la ministra reconoció el «compromiso que hemos obtenido de todo el sector agrícola respecto a la concienciación en el uso de los recursos hídricos y su coste además de velar por la protección y la conservación medioambiental.
Dichos resultados «nos llevan a que no seamos conformistas y que nos sirvan como aval«, por lo que aseguró, la modernización de regadíos continuará «siendo una prioridad».
En este sentido sostuvo que, de cara al futuro, «vamos a continuar trabajando de forma intensa» en la Estrategia Nacional para la Modernización de los Regadíos Horizonte 2015 para terminar de modernizar la superficie de regadíos con «objetivos más ambiciosos». A saber: equilibrio entre políticas medioambientales y agrícolas; criterios de ahorro y eficiencia energética; continuación del esfuerzo en modernización de regadíos hasta el año 2015; conseguir que esta sea una realidad para la mayoría de las explotaciones; y continuar con el compromiso financiero con los usuarios.
La nueva Estrategia, supondrá una inversión total de unos 2.400 millones de euros, de los que unos 1.400 millones de euros serán aportados por el Gobierno